Prefiero comer que estudiar”, así comenzó su relato Reinaldo José Castillo, un joven bachiller zuliano de apenas 16 años de edad.
“Perdí la cuenta de las veces que fui con el estómago vacío para el liceo. Ni siquiera pude pagar mi paquete de grado porque somos muy pobres. Fui a la Universidad del Zulia, porque quiero ser ingeniero, pero cuando vi que las condiciones eran iguales allá que en el liceo, todo feo, sucio y casi no dan clases, me puse a trabajar”, añadió.
Para él, las posibilidades de cumplir su sueño de hacer una carrera universitaria se desvanecen entre las necesidades más urgentes: ayudar a resolver dentro de su grupo familiar: “Llevar dinero a casa para la comida”.
15.000 jóvenes egresaron como bachilleres este año escolar 2018-2019 en el estado Zulia. De estos, se calcula que solo 10 % ingresó a la educación superior, de acuerdo con cifras del Sindicato Unitario de Magisterio del Estado Zulia (Suma); el resto cambió los cuadernos y la expectativa de una nueva etapa para “crecer de golpe”.
Educación en decadencia
Las fallas en la calidad de la educación en el estado petrolero de Venezuela obedecen a varios “elementos distractores de la educación”, según Mas y Rubi.
La falta de maestros y profesores, las condiciones de insalubridad en los planteles y la infraestructura, los robos, la falta de agua y de electricidad y la eliminación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) son algunos de los problemas que contribuyen a la escasa calidad de la educación.
Para el inicio del período escolar 2019, el Zulia contaba con 35.000 docentes, actualmente la diáspora se calcula en 55 %, es decir, que apenas 18.000 profesionales de la educación se incorporaron a sus lugares de trabajo.
En el caso de los estudiantes, las cifras son “alarmantes”, según el presidente del Suma, y aunque aclaró que no ha culminado el informe de deserción escolar para el período que recién termina, aseguró que hasta ahora 60 % de los estudiantes no se inscribieron.
Además, advirtió que el turno de la tarde desapareció en 90 % de los planteles, y el restante 10 % de planteles cerró en su totalidad, según las cifras recolectadas hasta ahora por el magisterio.
“La educación venezolana se caracterizaba por el doble turno, pero ya en el Zulia eso está a punto de desaparecer. En total hay 525 escuelas que pertenecen a la gobernación, de las cuales en 450 cerraron el turno de la tarde. En el caso del ministerio, que tiene 1.750 planteles, 1.400 cerraron el turno de tarde. Nos falta precisar cuántos cerraron completamente, porque hay mucho hermetismo e incluso nos niegan el paso al plantel”, manifestó.
Se quedan solo con el bachillerato
La incorporación de los jóvenes egresados de bachillerato al campo universitario es casi nula. Según Fetramagisterio, las cifras de la Universidad del Zulia son “espeluznantes”.
Cada vez hay más jóvenes dedicados a la venta ilegal de combustible, verduras y plátanos, peluquería informal, colectores en unidades de transporte, entre otros oficios.
El presidente de Suma aseguró que en algunos municipios, como Machiques y La Villa del Rosario, los bachilleres son sometidos por grupos guerrilleros.
El PAEZ desapareció del Zulia
En los pupitres del Zulia hace más de dos años no se sirve comida. El Programa de Alimentación Escolar del Estado Zulia (PAEZ) desapareció en 90% de los planteles. Hoy la frecuencia ha bajado a una vez al mes, y solo despachan granos y arroz.
“Yo recuerdo que antes nos daban desayuno y almuerzo. Yo llegaba a mi casa lleno; ahora no. A veces nos dan caraotas con arepa o con pasta, y piden colaboración para el cubito y la sal. Casi siempre tengo hambre”, dijo un alumno de tercer año de bachillerato en un liceo del oeste de Maracaibo.
Con información de Crónica Uno