La actual crisis que afecta al país en materia de transporte, economía y alimentación, causa la inasistencia recurrente de estudiantes durante el período escolar, siendo la deserción y el aprendizaje deficiente algunos de los principales efectos, advirtió Olga Ramos analista de políticas públicas en educación.
Señaló que el inconveniente más importante ocurre porque muchas familias no tienen efectivo, o los recursos para pagar costos del transporte -que en algunas zonas son arbitrarios-, informó Ramos. También expresó que en muchos hogares no hay comida para alimentar a los niños, en consecuencia prefieren no mandar a los muchachos a la escuela con el estómago vacío.
Otra dificultad que ocasiona que los estudiantes no asistan a las aulas es el abastecimiento de agua y los precios del jabón, muchos niños tienen los uniforme sucios o no se bañan.
“En algunos casos la mitad del curso está faltando de dos a tres veces por semana, ocasionando que durante el período de clases se de menos contenido”, denunció la representante de la Red de Observadores Asamblea de Educación.
Las consecuencias no solo afectan al niño que falta a clases, sino a sus compañeros, debido a que el nivel de aprendizaje de todos no será el mismo, de este modo el docente se ve en la circunstancia de tener que repetir los temas, dejando de cumplir la programación y los objetivos del sistema educativo, comentó Ramos.
La analista expresó que las cifras y estadísticas que pueden informar respecto a la deserción escolar, deben ser suministradas por el Ministerio de Educación, sin embargo, no las provee desde hace varios años. Asimismo, denunció que el órgano busca esconder que muchos niños no están asistiendo a las escuelas, o retirándose de los planteles de forma definitiva.
«Todo este fenómeno no está siendo registrado y el Ministerio no lo está tomado con la seriedad que debería. Esta anormalidad afecta directamente la calidad de lo que están aprendiendo los muchachos, la capacidad del logro y la complejidad de lo aprendido», acusó la especialista.
«El Ministerio está promoviendo la certificación por encima del aprendizaje, y no solucionando el problema, no hay una garantía del derecho de educación solo porque el niño apruebe el nivel, sino porque este aprenda de verdad», consideró Ramos.
Manifestó que toda la situación está ocasionando que algunos infantes sean más afortunados que otros. Explicó que los niños menos afectados por las condiciones del entorno, con una asistencia regular a clases, poseen más posibilidades de lograr un mejor aprendizaje, que los muchachos que están en zonas rurales con peores condiciones.
Con información de Diario 2001