La capital del estado Lara, Barquisimeto, fue la ciudad más golpeada por la escasez de medicamentos durante la segunda mitad de septiembre. En un estudio mensual realizado por la ONG Convite sobre el acceso a la salud en Venezuela, Barquisimeto fue la ciudad en la que se registró el porcentaje de desabastecimiento más alto.
El reporte contempla otras cuatro ciudades venezolanas —el Área Metropolitana de Caracas, Mérida, Nueva Esparta y Maracaibo— y documenta la escasez de la canasta de medicamentos, conformada por fármacos para tratar la diabetes, las infecciones respiratorias, el síndrome diarreico y la hipertensión.
En el caso de Barquisimeto, los porcentajes de escasez fueron los más altos en estos indicadores. El desabastecimiento de fármacos para tratar a los pacientes hipertensos se ubicó en 88,9%, mientras que el de los pacientes diabéticos alcanzó 93,8%.
La escasez de medicamentos para las infecciones respiratorias agudas (como la levofloxacina, la claritromicina y la amoxicilina) fue de 97,2%. Sin embargo, el peor indicador corresponde al de los fármacos para tratar los síndromes diarreicos (como el timetropim o el metronidazol), pues la ciudad registró 100% de desabastecimiento.
“Durante el mes de septiembre los barquisimetanos encontraron serias dificultades para el tratamiento de síndromes diarreicos (…) Esto afecta en gran medida a los larenses y habitantes de estados aledaños, quienes enfrentan actualmente un brote de hepatitis A”, denuncia la ONG en el reporte.
Convite advierte en el informe que durante el año 2018 se registró una escasez superior al 80% en estos indicadores, siendo “siendo los medicamentos prescritos para tratar infecciones respiratorias agudas y síndromes diarreicos los principales ausentes en los anaqueles”.
La ONG también detalla que la reaparición de algunos fármacos que anteriormente eran escasos es producto de las importaciones hechas por empresas privadas que no cuentan con las subvenciones ni medidas preferenciales otorgadas por el Estado.
“En muchas ocasiones, los precios finales de los productos son nuevos obstáculos que deben sortear los pacientes para llevar a cabo sus tratamientos”, señala el informe.
Con información de Efecto Cocuyo