54 cadáveres fueron trasladados al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses de Bello Monte, provenientes de las morgues de los hospitales Ana Pérez de León en Petare y del Vargas en Cotiza. El objetivo del retiro de los cuerpos de esas instalaciones responde a que están colapsadas porque los equipos de refrigeración para conservarlos no funcionan.

Los cuerpos que fueron llevados a Bello Monte se encontraban en avanzado estado de descomposición y serán sometidos a pruebas odontológicas y antropológicas para identificarlos y así descongestionar las morgues de los centros de salud. Desde el domingo en la mañana las personas que acuden a Bello Monte para retirar los cadáveres de sus seres queridos se quejaban por los olores nauseabundos que invadieron la sala de espera y se extendieron hasta el área del estacionamiento. “¡Pero esto siempre huele así!”, exclamaba un familiar.

Según Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de Fetrasalud, 80% de las cavas de las morgues están inservibles. Dijo que solo en el Periférico de Coche están en reparación y aún no han sido reactivados los equipos. “Las averías de los equipos ha provocado que el proceso de descomposición de los cuerpos se acelere y ocasione problemas de contaminación en las áreas de hospitalización cercanas a anatomía patológica”.

En el caso del hospital Vargas, un médico que prefirió mantener su nombre en reserva, denunció que hay cuerpos que tardan hasta seis días para ser retirados porque no están identificados o sus familiares deben reunir dinero para costear los gastos funerarios. “Los olores son tan penetrantes que han contaminado las áreas de microbiología, oftalmología, biopsias y cirugía plástica. En estos últimos se han reprogramado las consultas por el hedor”.

La orden del traslado a Bello Monte fue dada por el nuevo director del Senamecf, Luis Alejandro Martínez, quien tomó las riendas de esta dependencia en sustitución de Giovanny Peña.

FUENTE: EL NACIONAL

18 DE OCTUBRE DE 2016

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