Las “medidas económicas” anunciadas recientemente por Nicolás Maduro sólo profundizarán una crisis que ya ha alcanzado niveles intolerables para la población, advirtió este lunes la diputada al Consejo Legislativo del estado Aragua (Clea) por la Unidad, Betsy Bustos.
La parlamentaria aragüeña lamentó cómo todos los indicadores de desarrollo social y sanitario, han caído dramáticamente en Venezuela, particularmente en los últimos cuatro años de gestión de Nicolás Maduro, situación que nos ha llevado a la precariedad vivida a comienzos del siglo XX.
“Es inhumano, feroz, brutal, atroz, que los venezolanos estemos muriendo de hambre y de enfermedades típicas de la miseria, después de haber contado con ingresos petroleros superiores a los dos billones de dólares. Estos falsos gobernantes no tienen perdón ante los ojos de Dios después de haber hecho de la desgracia ajena, el hambre, la pobreza y la enfermedad, tremendo negocio”,
Bustos sacó a colación cifras recientes esgrimidas por la ONG Cáritas de Venezuela, según las cuales la muerte por desnutrición en hospitales aumentó 260% con respecto al año pasado. Estos casos graves de desnutrición deberían ser tratados en los hospitales públicos pero, por razones harta conocidas, no pueden ser atendidos. Además, la organización informó que cuatro estados del país – Zulia, Vargas, Miranda y Distrito Capital –, están a un paso de la emergencia alimentaria en niños menores de cinco años.
Partiendo de esta tragedia alimentaria, Bustos preguntó a las autoridades de los Ministerios de Salud y de Educación “¿Cómo pretenden ustedes que un niño en edad escolar rinda en clases si no cuenta con los requerimientos necesarios para asimilar lo que le están enseñando? ¿Cómo creen ustedes que no va a aumentar la deserción escolar? Una madre o un padre consciente no enviará a clases a un hijo que correrá el riesgo de desmayarse en cualquier momento porque tiene horas, o tal vez días, sin probar alimento y, peor aún, no cuenta con los recursos necesarios para comprar los alimentos de primera necesidad”.
Para agosto de 2017, la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) alcanzó la cifra de Bs. 2.012.556,55, aumentando Bs. 568.922,30 con respecto al mes de julio, el mayor incremento en la historia de la canasta, según datos del Cendas. El salario mínimo integral en Venezuela, a partir del mes de septiembre es de Bs. 325.544 (Bs. 136.543,4 salario + Bs. 189.000 ticket de alimentación)
No les interesa fomentar la producción nacional
Pero la asambleísta también denunció que al gobierno de Nicolás Maduro no le interesa fomentar la producción nacional, toda vez que el hambre es el arma que utilizan los regímenes totalitarios, comunistas y autoritarios para controlar a la población.
“Toda ayuda humanitaria es oportuna y bienvenida, pues nos permitiría atender la inmediatez, pero tenemos que atacar el problema de raíz: revertir las expropiaciones y confiscaciones de tierras, detener las perversas importaciones de alimentos que sólo han permitido construir un entramado de corrupción, comenzar a desmontar todos los controles impuestos a la economía e impulsar la producción local para que en el país produzcamos las proteínas, los carbohidratos y las grasas que necesitamos todos los seres humanos para alimentarnos y tener calidad de vida. Al haber producción nacional estaremos acometiendo además la hiperinflación, la escasez y el desabastecimiento”, enumeró.
La inflación de agosto fue de 33,80%, según la Asamblea Nacional, esto es 7,8 puntos más que la inflación de julio. La inflación acumulada a 2017 se ubica en 366,4%, la más alta alcanzada hasta ahora en nuestro país.
Bustos también recordó unas cifras terribles dadas recientemente por Carlos Albornoz, presidente de Fedenaga: 20.000 productores agropecuarios han abandonado sus fincas en los últimos 25 años, dado el estado de postración en el cual el gobierno sumió al campo venezolano por los problemas de inseguridad, falta de insumos, precios regulados y una voraz inflación.
A esto suma el dato revelador del más reciente estudio del Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) y tres universidades del país, según el cual los venezolanos perdieron una media de ocho kilos durante 2016 debido a la escasez de alimentos y a la inflación.
“Todos los controles fomentan caos y perversiones. Nuestro país vive bajo un control de cambio desde 2003, de precios, de tarifas, de producción, de importaciones, de ventas y de transporte de materias primas y productos finales. Y mientras el gobierno mantenga la negativa de modificar su política económica, la crisis se profundizará, así renueve una y otra vez los Decretos de Emergencia Económica. Así no se desarrolla un país”, concluyó.
Fuente: Prensa Dip. Betsy Bustos
Fecha: 25 de septiembre de 2017