Nicolás Maduro estaría a punto de incorporar nuevas denominaciones de billetes al cono monetario actual, comenzando por la creación de un billete de 100 mil bolívares, así lo reveló la agencia estadounidense de asesoría financiera Bloomberg. Según economistas, de aprobarse esta medida en las próximas semanas, el gobierno estaría aplicando un libreto repetido de políticas económicas erradas, porque aunque pretenda atenuar la escasez de efectivo, en nada estaría contribuyendo a frenar la hiperinflación, que es el principal dolor de cabeza de los venezolanos.

«No importa si el gobierno saca una nueva pieza monetaria de 100 mil bolívares o de 500 mil, a la vuelta de tres meses esos billetes serán desechos, porque la gente perdió la confianza en el Bolívar», indicó Marisela Cuevas, economista.

Según la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela (BCV), un billete de 100 mil bolívares, equivale tan sólo a 22 centavos de dólar hoy. Con esa cantidad una persona en Barquisimeto podría pagar dos pasajes del transporte público para movilizarse en el área metropolitana. Hasta 1983, cuando el dólar costaba en Venezuela 4.30 bolívares, el billete de más alta denominación, el de 100 bolívares, equivalía a 23,25 dólares.

«Si bien una parte de la economía necesita efectivo para pagar el transporte público, no tiene sentido en hiperinflación, y con una dolarización que cada día aumenta estar pensando en billetes de tan baja denominación», soltó Luis Oliveros, economista. Desde 2008 a la fecha el chavismo ha aplicado dos reconversiones monetarias y en total ha emitido 17 denominaciones distintas de billetes, que han perdido rápidamente su valor en el tiempo.

Para Jesús Casique, economista, Maduro no puede maquillar la crisis económica creando nuevos billetes. «Tenemos un cono monetario pulverizado e incorporar un billete que representan 22 centavos de dólar no ayudará en nada. Tampoco la solución es una reconversión monetaria, lo que debe hacer el gobierno es aplicar un plan antiinflacionario para abatir la hiperinflación», apuntó. Venezuela contabiliza 34 meses consecutivo de hiperinflación y al finalizar el año podría cerrar en 15.000% según proyecciones del Fondo Monetario Internacional.

Sequía de efectivo

Alejandro Castro, gerente de Operaciones de Econométrica, explicó que desde 2016 el país viene enfrentando una severa escasez efectivo, o lo que se conoce como una desmonetización de su economía. El BCV ha venido incrementando exponencialmente la liquidez monetaria (cantidad de bolívares en mano del público), para que el gobierno financie el gasto público, pero ese dinero ha sido creado de manera electrónica, no ha sido respaldado en efectivo. Una de las razones es porque la Casa de la Moneda en Aragua, viene enfrentando problemas operativos y técnicos, como escasez de insumos como papel moneda o tinta, que le han impedido seguir creando piezas monetarias.

Informó que para cubrir todas las transacciones que requiere el país en efectivo, los billetes y monedas deberían representar alrededor del 12% de la liquidez monetaria. «Hoy las piezas en efectivo representan sólo 3,3% de la liquidez monetaria. Hay solamente una cuarta parte de la cantidad de efectivo que debería tener el país, y por eso la escasez que existe sobre todo en los estados del interior. Una manera de palear temporalmente esta escasez de billetes es sacando nuevas piezas o denominaciones, pero esto quizás funcione por un par de meses, porque el tema central es que la hiperinflación se mantiene», mencionó.

La cantidad de efectivo que tienen los bancos tanto públicos como privados en el país, equivale tan sólo al 0,90% del total de la liquidez monetaria, por esa razón los cajeros automáticos de los bancos han quedado de adorno . «De cada 100 bolívares que tienen los bancos en su sistema, solamente uno lo tienen en efectivo», resaltó Castro.

Explicó que para que una moneda tenga la misma capacidad de compra que tenía un billete de 100 bolívares en 1983, que equivalía a 23 dólares, el BCV tendría que emitir un billete de 11 millones de bolívares, que sería el de más alta denominación, y otro de cinco millones de bolívares, como el de más baja denominación, equivalente a 10 dólares, el monto mínimo que gasta un venezolano en cualquier compra de alimentos para unos pocos días en el país.

Políticas de fracaso económico

En 12 años Venezuela ha tenido dos reconversiones monetarias, y cada una de las piezas que han estado en efectivo en la economía han sido devoradas por la hiperinflación. En marzo de 2008, el entonces presidente Hugo Chávez eliminó tres ceros a la moneda, y creó el «Bolívar fuerte», emitiendo seis billetes en efectivo, (el de 2, el de 5, de 10, de 20, de 50 y de 100 bolívares), y siete monedas, (de 1 céntimo, 5 céntimos, 10 céntimos, 12,5 céntimos, 25 céntimos, 50 céntimos y 1 bolívar fuerte).

Una década más tarde, en agosto de 2018 Nicolás Maduro aplicó otra reconversión monetaria, esta vez quitándole cinco ceros a la moneda y denominándola «Bolívar Soberano». En una primera fase se crearon 8 billetes, (2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares), también dos monedas, la de un bolívar y la de 50 centavos. En junio de 2019, el BCV emitió tres nuevos billetes (de 10 mil, 20 mil y 50 mil bolívares).

«Una reconversión monetaria es un signo de que las cosas en materia económica se están haciendo mal. En los países con economía sanas no se les quita ceros a la moneda para sacar una nueva familia de billetes. Ambas reconversiones en nada han funcionado, porque son acciones que le dan prioridad a los temas políticos y no atacan el problema de fondo que es la hiperinflación», acotó Marisela Cuevas, economista.

«Para combatir la hiperinflación el gobierno tendría que aplicar medidas altamente impopulares, y estamos a mes y medio de unas elecciones que buscan aparentar una democracia, así que Maduro va a seguir repitiendo el libreto de acciones cosméticas en la economía», resaltó.

Explicó que el Bolívar ha perdido su función como dinero, porque no sirve como unidad de cuenta ya que desde el buhonero hasta los grandes supermercados fijan los precios en dólares, divisa que ha arropado la economía nacional. Tampoco sirve como medio de intercambio porque una persona necesitaría cargar pacas de billetes para cancelar cualquier artículo. Y Desde octubre de 2017 cuando se registra hiperinflación, ha perdido su valor diariamente.

El peor escenario de crisis

Alejandro Castro, economista y miembro de la firma Econométrica, indicó que es poco probable que en las próximas semanas el gobierno tenga capacidad de emitir nuevos billetes del cono monetario y distribuirlos en todas las entidades financieras del territorio. Alega que además de los problemas de operatividad y técnicos que enfrenta la Casa de la Moneda en Maracay en los últimos años, también está la crisis eléctrica y la escasez de gasolina que en plena pandemia impiden las actividades económicas de manera continua.

Considera que como el gobierno ha venido aplicando las mismas medidas económicas en reiteradas ocasiones, las proyecciones apuntan que a la vuelta de dos meses o en el primer trimestre del año aplique una nueva reconversión monetaria. «Lo hará por un tema de practicidad, llegará un punto que serán tantos ceros que será complicado manejar cifras en los bancos y las empresas», refirió. De no hacerlo sostiene que el gobierno tendría que sincerarse y llevar la economía a otra moneda que sea legal para el país, como el dólar.

Sobran bolívares de bajo valor

El economista Jesús Casique, informó que de el efectivo que existen en el país, el 4,9% corresponden a las piezas de 10 mil, 20 mil y 50 mil bolívares. Estas denominaciones son las que actualmente están utilizando los venezolanos para pagos como el transporte público o dar propinas, que son las pocas acciones que todavía requieren de efectivo.

El grueso de los billetes están comprendido entre las denominaciones de 2, de 5, de 10, de 20, de 50 y de 100, que representan el 72% del cono monetario.

«Si sigue aumentando la hiperinflación, cuando el billete de 100 mil circule en la economía, valdrá mucho menos que 23 centavos de dólar», acotó.

El país requiere políticas realistas

Para el economista Luis Oliveros, la única manera de mejorar la calidad de vida de los venezolanos es que el gobierno aplique un plan antiinflacionario. «Debe detectar en dónde se está generando inflación en Venezuela. Como ha pasado en otros países, la hiperinflación tiene un componente de déficit fiscal y tiene un componente de expectativas. Nadie quiere quedarse con bolívares en efectivo porque pierden valor muy rápida. Entonces Maduro debe centrarse en políticas antiinflacionaria antes que emitir nuevos billetes», apuntó.

Una de esas medidas es dejar de perseguir al sector privado.

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