La comida llegó a cada edificio por turno, pero en algunos casos hasta 10 meses después de haberse registrado en un censo del consejo comunal. Los integrantes de los CLAP armaban las bolsas y luego las llevaban hasta la planta baja de las residencias. «La comida se trae al centro de acopio y el delegado del edificio, con alguien del CLAP, entrega las bolsas. Se dará un paquete por familia», explicó Nelkys Vásquez, una de las encargadas por el consejo comunal.
Cada uno tenía un precio de 750 bolívares y contenía 4 kilos de harina de maíz precocida, 2 kilos de pasta, 1 kilo de leche en polvo, 1 kilo de azúcar, 1 kilo de caraotas y 2 litros de aceite. «Esto es comida para hoy y hambre para mañana2, deploró uno de los habitantes.
El 8 de marzo cuando el gobierno anunció la creación de los CLAP dijo que cada una costaría 1.270 bolívares y contendría 2 paquetes de azúcar, arroz, pasta, harina de maíz, leche en polvo y mantequilla. Por un costo adicional se agregaría pollo, carne y queso. Pero cada bolsa es diferente, muchas vienen incompletas y carecen de las calorías recomendadas para una familia.
La nutricionista Maritza Landaeta, de la Fundación Bengoa y del Observatorio Venezolano de Salud, asegura que esos paquetes de comida no mantienen un equilibrio en la alimentación de los venezolanos y no proveen los nutrientes esenciales porque no contienen proteínas, como pescado y huevo, ni vitaminas y minerales, como frutas y vegetales.
La especialista señala que las cantidades que se entregan no son suficientes: «Para una familia de 3 miembros un kilo alcanza solo para 4 tomas. Un kilo de harina equivale a 20 arepas pequeñas de 50 gramos. Si son 5 personas, comen 4 días».
Quienes han logrado tener acceso a estas bolsas se quejan del contenido y sus precios. Jonathan Rangel, vecino de Villa Cardón, en Nueva Esparta, tenía dos meses inscrito en el consejo comunal de su sector. El viernes pasado recibió por primera vez una bolsa con 2 paquetes de arroz, 1 aceite y
1 paquete de caraotas a 1.600 bolívares. «Le dicen a uno que la junta comunal tiene prioridad. El día anterior ellos recibieron leche, arroz, harina, aceite, caraotas y no gastaron ni 500 bolívares. Quien me entregó la bolsa me dijo a modo de burla: ‘Quédate ahí sentado esperando los pollos’.Lo mejor sería que uno fuera al supermercado y comprara lo que quisiera».
El 30 de mayo le entregaron a Norbidia Bejarano, vecina de Catia, 2 paquetes de harina, 2 de arroz, 2 de pasta, 1 de azúcar y 1 aceite. Todo en 830 bolívares. En su casa debe compartir con otras 2 personas. «¿Quién vive con puro arroz y harina? Nadie. El precio es menor que en la calle, pero no es suficiente. Yo igual hago cola los martes».
Un total de 2.040 bolívares pagó la familia de Carlos Castillo, en Bailadores estado Mérida, por una bolsa con aceite, arroz y harina pan, pero sin carne o pollo. «La bolsa no trae todo lo que una familia necesita para alimentarse. A unos padres con sus hijos no les alcanza ni siquiera para una semana. Al final, igual tienen que hacer cola o comprarles a bachaqueros», señaló Castillo.
FUENTE: EL NACIONAL