Con cierta alarma los ciudadanos han denunciado el uso de bombas lacrimógenas vencidas en las diversas manifestaciones que han ocurrido en la ciudad capital, además de señalar que en algunos casos el humo que estas desprenden son de un color rojizo, muy diferente al tradicional blanco.

Mónica Krauter, @mkrauterusb en Twitter, licenciada en Química y profesora de la Universidad Simón Bolívar, publicó un documento en el que explica que las bombas lacrimógenas que se utilizan en el país en su mayoría son del tipo gas CS, que en realidad es un polvillo muy fino, insoluble en el agua, que se libera a la atmósfera en forma de humo o aerosol. Agrega que las bombas de color que se vieron el pasado sábado son las mismas CS, pero con colorante, las cuales servirían para intimidar a los manifestantes.

La académica indica que el compuesto de una base de lacrimógena es el orto-clorobenzilideno malononitrilo que al vencerse eleva su toxicidad porque el gas CS con el tiempo, el calor y la humedad hidroliza (descompone sustancias orgánicas e inorgánicas complejas en otras más sencillas por acción del agua), clorobenzaldehído, malononitrilo y cianuro que en elevadas concentraciones resulta letal.

Agrega que la toxicidad del CS es «cancerígeno, mutagénico (que ataca al ADN) y teratogénico (que ataca al feto en formación)».

Krauter apunta que las bombas lacrimógenas son armas químicas «que al principio no deberían ser letales», sin embargo, existen cuatro factores que pueden hacerlas «potencialmente letales»: Primero  condiciones pre existentes de las personas expuestas como asma, hipertensión, alergias o que padezcan enfermedades cardiovasculares, respiratorias, pulmonares, obstructivas u oculares.

Segundo personas vulnerables como bebés, ancianos y mujeres embarazadas; tercero factores ambientales como lugares cerrados o con poca ventilación y la concentración, es decir si se está expuesto por tiempo prolongado o en repetidas oportunidades.

Para protegerse

La profesora también da recomendaciones para protegerse de una eventual arremetida de  bombas lacrimógenas.

    • Aconseja a quienes estén en el sitio observar de donde provienen para esquivarlas ya que si una de ellas cae en la cabeza puede hasta matar a la persona. Identificar con frecuencia la dirección del viento y si es posible correr en dirección contraria para ventilarse con aire fresco. Es enfática al decir que no hay que tirarse al piso ya que el polvillo caerá y se tendrá cerca de la cara.

 

    • Para neutralizar el polvillo «lo mejor es utilizar paños limpios en la cara que cubran nariz y boca o mascarillas de las que usan los médicos humedecidas ambos con una base como el bicarbonato de sodio diluido en agua, o los antiácidos comunes como el Maalox o el Almax. No usar vinagre por ser también un ácido, o pasta dental o cremas mentoladas que atrapan el polvillo cerca de las vías respiratorias haciéndolo más disponible a su inhalación».

 

    • Para la irritación ocular señala que lo mejor es dejar llorar al ojo y y no tocarlos. Agrega que quienes utilicen lentes de contacto o tengan alguna enfermedad ocular deben utilizar lentes protectores (tipo los de natación), para que no entre polvillo en el ojo.

 

    • Y nunca recoja las bombas sin protección en las manos ya que mientras emiten el microparticulado son calientes llegando a temperaturas superiores a 100 grados centígrados.

 

Fuente: El Universal

Fecha: 11 de abril de 2017

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