Juventud Miranda apuesta a la recuperación del país

En los últimos años, la obra del artista cinético Carlos Cruz Diez que adorna el piso del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, se ha convertido en testigo principal de despedidas sin retornos. Diariamente vemos fotografías en las redes sociales de cientos de jóvenes que con dolor dejan su hogar, su familia, su gente, sus tradiciones, sus raíces y se van a construir una historia de vida en otra parte.

Con un boleto de ida a cualquier parte del mundo y otro de regreso, solo para cumplir con la formalidad, dicen adiós llevando los sueños en sus maletas.

La fuga de talento joven en Venezuela ha ido creciendo de manera exponencial. Cifras oficiales son difíciles de conseguir, pero un estudio universitario muestra que cerca de 2 millones de venezolanos han dejado su tierra natal desde que Chávez llegó al poder en 1999 y la migración se agudizó en el último lustro.

Aunque no hay estadística que lo confirme, se estima que entre el 70 y 80% de quienes se marchan son jóvenes entre 18 y 35 años. Una de las principales razones por la que los “chamos” venezolanos están abandonando el nido, es la inseguridad.

El 65% emigra por causa de la delincuencia. Basta ver las cifras del Observatorio Venezolano de Violencia para corroborar este miedo a perder la vida, ya que en el mes de enero de 2017, hubo cerca de 2 mil 500 muertes violentas en todo el país, en su mayoría jóvenes.

Aunado a esto, la falta de oportunidades, dificultades para el crecimiento económico y profesional, escasez y desabastecimiento de alimentos y medicinas, además de la ausencia de libertades, se suman a la difícil decisión de poner un pie en Maiquetía para emigrar.

El Centro de Capacitación Migratoria (CCM) que opera en Venezuela distingue varios tipos de migración, entre las que destacan la espontánea y la forzosa. Los jóvenes venezolanos están ejerciendo una migración forzosa con un amplio abanico de razones por las que toman la decisión de marcharse. Los testimonios de quienes se aventuran a comenzar desde cero fuera del país reflejan que el miedo a perder la vida, ante los altos índices de criminalidad, constituye el principal motivo para dejar todo atrás; esto aunado a la grave crisis económica, social y política que pone a ciudadanos contra las cuerdas y hace cada vez más lejana la posibilidad de progresar en el país que los vio nacer.

Sin embargo, lo que más sorprende es la convicción de los venezolanos, que viven en el país o de los que se han ido, en lograr un cambio profundo que permita el desarrollo de una nueva Venezuela, para así lograr revertir esas despedidas sin retorno, de tanto talento joven que necesita esta tierra de gracia.

Creer en el país

Ángel Rondón, director de Juventud Miranda, afirma que el trabajo gubernamental que se debe hacer para evitar esta fuga de talento joven es la formación y rescate de valores.

“Tenemos un efecto cascada con respecto a los valores en su máxima expresión en los últimos 18 años. Nuestros muchachos necesitan orientación, una mano que los guíe por el camino del bien y eso hacemos en Miranda. No podemos dejar sólo a nuestra madre Venezuela que tantos nos necesita”.

Sobran Razones para Quedarnos, es un slogan que ha creado Juventud Miranda, a propósito de celebrarse el Día de la Juventud, el próximo 12 de febrero, en el que les enumeran a los muchachos por qué deben creer en su país.

Con la firme esperanza de que recuperar a Venezuela, se creó un mensaje que muestra razones para permanecer en la tierra natal, entre ellas: la calidad humana y solidaridad de su gente, su clima, su comida, sus paisajes entre los que destacan un amplio catálogo de playas hermosas, montañas, selvas, páramos y bosques.

En todo caso, el norte del slogan se nutre en la latente posibilidad de cambio que aspira más del 80% de los venezolanos.

Prensa Miranda/ Maria Carolina Naranjo

Infografía: Marián Matos

Los Teques, 11 de febrero de 2017

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