El monopolio establecido por el Ejecutivo del Estado para la venta de papel periódico y otros insumos que necesitan los diarios, ha venido imponiendo una política destinada a cerrar o reducir la circulación de los medios impresos independientes que no se ajustan al pensamiento de quienes detentan el poder.

Coinciden en tal apreciación, al ser entrevistados por separado, el editor David Natera y la investigadora Marisabel Rodríguez, de la organización no gubernamental Espacio Público, así como la periodista Carolina González, jefe de Redacción de El Carabobeño, de Valencia.

Desde hace tres años ha venido funcionando el monopolio estatal Complejo Editorial Maneiro, cuyo presidente es Hugo Cabezas. Desde entonces, como parte de la política oficial, se suministra el papel bajo criterio discrecional a los medios, según nuestros entrevistados.

A los medios afines al régimen no solamente se les suministra abundante papel y hasta planchas para la impresión, sino que cuando no se les facilitan estos insumos, se les entregan los dólares para que los dueños de esos medios procedan a realizar las operaciones en el extranjero.

Pero, al mismo tiempo, a muchos diarios se les niega esa materia prima o se les entrega cuando precisamente ya se encuentran en situación de dejar de circular.

La situación ha sido realmente crítica para siete diarios, que en estos últimos tres años dejaron de circular y, por supuesto, cerraron.

Otros 17 diarios han venido circulando y dejando de circular por determinado tiempo, manifestó la investigadora Marisabel Rodríguez, de la organización no gubernamental Espacio Público.

En estos tres años se ha visto en diferentes partes de país que muchos medios han cambiado su formato. Algunos periódicos estándares han transformado su apariencia en tabloides.

Y otros medios han dejado de ser diarios para convertirse en semanarios.

Entre estos últimos casos está El Carabobeño, de Valencia, uno de los principales diarios del centro del país.

Todavía seguimos sin recibir papel de parte del Complejo Editorial Maneiro, conocido también como la Corporación Maneiro, dijo la jefa de Redacción de El Carabobeño, Carolina González.

Ahora El Carabobeño se mantiene en la web, en radio y en el semanario, que circula los viernes.

Comenta que la Corporación Maneiro no responde a los pedidos que le hacen los editores.

Desde el 17 de marzo, cuando dejó de circular El Carabobeño, no ha sido posible obtener una respuesta.

En consecuencia, la empresa decidió adquirir papel de un suministrador no oficial, que, por supuesto, lo vende a precio muy elevado.

Es así como se ha venido imprimiendo el semanario de 32 páginas.

De esta forma se mantiene ese medio en la calle.

Otro caso es El Correo del Caroní, de Guayana, editado por David Natera, quien fuera presidente del Bloque de Prensa Venezolano.

La última edición es del 25 de noviembre al primero de diciembre. Se despidió de sus lectores hasta el año entrante, porque no puede precisar cuándo volverá a aparecer, aunque la intención es mantenerlo activo.

Natera considera que la intención del régimen al haber creado el Complejo Editorial Maneiro es la de ir suministrando el papel de forma discrecional, de tal modo que los periódicos independientes, que no se plegaran al pensamiento de quienes detentan el poder, poco a poco fueran sintiendo los efectos de la política oficial de ir reduciendo su circulación hasta llevarlos a cerrar.

Natera dice que no le compra ni le pide papel a Maneiro para no convalidar ese monopolio, que atenta contra la libertad de expresión y la libertad de prensa.

FUENTE: EL IMPULSO
FECHA: 7 DE DICIEMBRE DE 2016

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