Ante la falta de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad, los tachirenses y venezolanos procedentes de otras partes del país buscan adquirir lo que necesitan en Cúcuta.
El hecho de que la frontera permanezca cerrada no ha sido nunca impedimento para cruzar “al otro lado del río”, y más con la carestía y escasez. Por las trochas se ven ríos de personas con pesados costales en hombros en los que llevan fardos de harina, pasta, arroz, azúcar, entre otros, incluyendo cauchos, repuestos y hasta plantas generadoras de electricidad, ahora que los apagones se han convertido en algo cotidiano.
Pero esta situación no siempre beneficia a los venezolanos, pues dada la alta demanda de alimentos en el sector La Parada, límite con San Antonio del Táchira, los precios se han disparado considerablemente.
Por ejemplo, un kilo de harina de maíz precocida oscila entre los 2300 a 3000 pesos, dependiendo de la marca. El arroz cuesta entre 2500 a 3200 pesos. Incluso hay presentaciones de 10 kilos a 23.900 pesos, los cuales ofrecen más posibilidad de ahorro.
Supermercados de cadena tienen marcas propias, en los que ofrecen leche, café, jabón, arroz y harina. Los precios son mucho más bajos y la calidad es la misma. Por eso las filas en los supermercados cucuteños son cada día más largas, sobre todo de compradores provenientes del centro del país donde los costos de los alimentos son más elevados que en la frontera.
Ya no están a la par los costos de bienes, productos y servicios. Un ejemplo es la pechuga de pollo. El kilo sale a 6700 pesos, al cambio del pasado martes había que pagar 13.673 bolívares. Así sucede con los demás productos.
Compradores aseguran que el ahorro se ve en productos que ofrecen presentaciones que van entre 3, 5 kilos a 10 kilos, como por ejemplo el arroz, cuyo empaque de 10 kilos cuesta 23.900 pesos, lo que representa un valor de 2390 por kilo, al cambio deben pagarse 4877 bolívares.
Con información de Crónica Uno.