Alimentos como el queso, la carne, el cochino y la harina PAN, entre otros, han bajado su precio en los últimos días. Al cuestionar a los vendedores a qué se debe este fenómeno, la respuesta es la misma en casi todos los casos: la gente no está comprando, y antes de perder la mercancía reducen su costo. En otros, como la harina PAN, explican que ahora está viéndose más y la oferta es mayor que la demanda, por lo que para venderla deben ofrecer el mejor precio. En el caso del queso, los distribuidores se han visto en la necesidad de bajar su costo ante el peligro de que se les descomponga.
“El jueves tenía la harina PAN en Bs. 10.000, pero ya hoy la puse en oferta, en Bs. 9.500. No he vendido ni una desde el jueves. También me afecta que en todos los locales cercanos hay Harina PAN, ya se ve en todos lados, así que está más difícil que me la compren.
La carne es otro de los rubros que continúa su caída en los precios. En 3 días pasó de Bs. 24.000 a Bs. 21.000. En algunas carnicerías ofrecen combos económicos para vender la mercancía por temor a que se les dañe. “Los clientes han bajado su consumo de carne como no tiene idea. Esto es un lujo. Pero tenemos que venderla de alguna manera”, narró José Luis Figuera, dueño de una carnicería en el Oeste de Caracas.
Por su parte, quienes se acercan a preguntar por los precios aseguran que aún cuando están los precios a la baja o se han mantenido no pueden accesar a ellos. “Como carne una vez cada quince días. Yo vivo de la pensión y eso no me da ni para comer dos días. Celebro que bajen los precios pero es que ni así puedo comer. Vengo a comprar un kilo de hueso, para hacer un consomé. En este país solo come el que gana más de 200 dólares. El que gana un sueldo en bolívares ni soñar con carne puede”, dijo Alirio Lorenzo.
Las ofertas de queso duro se pueden conseguir con facilidad. El queso duro o merideño no supera los Bs. 14.000. Mientras que el requesón y el queso que denominan “popular” se encuentra en Bs. 10.000. El queso amarillo, que en algún momento era referencia de la mesa del venezolano, sí está en el orden de los Bs. 40.000, y aunque aún es un precio poco accesible, los vendedores explicaron que éste también bajó de precio pues hasta hace una semana se vendía en Bs. 56.000.
Economistas han explicado que la caída del consumo, factores estacionales y problemas de crédito de los productores influyen en este fenómeno económico que no parece durará por mucho tiempo. “Es muy difícil que el productor venezolano pueda competir con productos importados, generalmente más baratos que los nacionales, cuando se consiguen. Evidentemente, las empresas deben reducir costos para para mantener competitividad en los anaqueles. Lo importante es vender unidades, no vender precios”, aseguró el director ejecutivo de la consultora Aristimuño Herrera & Asociados, economista César Aristimuño.
Con información de Descifrado