Tras perder la mitad de su tamaño en los últimos cinco años, la economía venezolana sigue decreciendo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que al cierre de 2019 la contracción de la economía local será mayor de la que proyectó originalmente y que podría alcanzar 35% en lugar de 25%.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela decrecerá 23% en 2019. Una proyección cercana ofrece el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello, que prevé en 2019 una caída del PIB nacional de al menos 22% con respecto a 2018.

El economista Aaron Olmos estima que en el segundo semestre  de este año la economía seguirá mostrando deterioro. “No se está haciendo nada para corregir esa situación y más bien incrementar los niveles de producción en sectores económicos muy golpeados como construcción o servicios financieros y sobre todo producción de bienes y servicios, comida alimentos”, afirmó.

El FMI también ajustó su pronóstico de inflación para Venezuela, este año de 10.000.000% a menos de 1.000.000%, pero advierte que aun no se supera el episodio de hiperinflación iniciado en noviembre de 2017.

En una economía disminuida y con hiperinflación, Rosa María Rey, analista financiero y profesora del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), sugiere ahorrar en divisas o en bienes que puedan cambiarse y educarse.

“En una economía con contracción, donde la gente se puede quedar sin empleo, o el trabajo que ha tenido habitualmente no tiene demanda, adquirir nuevas capacidades, nuevas habilidades puede hacer a la persona mucho más competitiva”, sostiene.

Con información de El Pitazo.

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