El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Carlos González Contreras, señaló que la comercialización de viviendas en el país disminuyó más de 50% en los últimos cuatro años. Además, los arrendamientos de inmuebles usados se mantienen y oscilan entre los $50 y $2.000, según la zona, entre otros factores.
“La faceta como desarrolladores de bienes inmuebles nuevos está paralizada. No realizamos ni viviendas, ni comercios ni oficinas. Todo está sustentado en el mercado secundario, alquiler y venta de viviendas usadas, se sigue moviendo, quizás no en las condiciones que queremos, han bajado mucho los valores de movilización”, dijo el vocero del sector inmobiliario.
“Los precios en general han bajado entre 60% y 70%. Una vivienda que se compraba antes en $100.000 probablemente la consigas ahora en $30.000, estamos en un mercado de compradores, no es momento de venta, al darse una esperanza de cambio económico, se fortalecen los precios. Este mercado es susceptible a los cambios”.
“La moneda de referencia que se utiliza es el dólar porque en hiperinflación no se puede dar referencia en bolívares, muy probablemente el pago es en bolívares, pero la referencia debe ser una moneda dura que no pierda el valor de un día para otro”, destacó.
Agregó que no existen condiciones para arrendar en el país, pues “la ley de arrendamiento es desequilibrada, solo privilegia a los arrendatarios, no hay manera de que una persona que incumpla un contrato pueda ser sacada del inmueble, eso no existe. No hay confianza y ese factor es fundamental, tampoco hay financiamiento, pero mientras no haya confianza es muy difícil que se recupere nuestro sector y la economía del país”.
Con información de El Pitazo.