El problema del gas en Venezuela parece no tener fin. La tristeza y el desespero de quienes intentan burlar esta escasez a través de la leña, es evidente.

En las adyacencias de la Universidad de Carabobo, a las 12:00 del mediodía, iban caminando con dos carretillas Jesús Pérez y María Lugo de Pérez junto a sus hijos y nietos.

Todos habían salido a las 7:30 de la mañana para conseguir algo de leña y asegurar la comida de dos días.

«Estamos atrasados en cien años. Yo recuerdo que el gas siempre lo pedía por teléfono y me lo enviaban a la casa, ahora todo es una corrupción», dijo Jesús, de 58 años.

Al mediodía ninguno había desayunado. Un mango, que consiguieron en el camino, era lo que tenían en el estómago.

«Por favor, ya basta, déjennos vivir, por lo menos tener los alimentos y las medicinas. Tengo siete hernias discales y el medicamento que tengo es buscar leña para darle de comer a mi familia, ese es el mensaje que le digo a Nicolás Maduro», expresó María.

Las personas son habitantes del sector González Plaza, en el municipio Naguanagua. Aseguran que una bombona de gas se las han ofrecido hasta en 25 dólares.

Con información de Caraota Digital

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