El arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, pidió al Consejo Nacional Electoral no postergar más el revocatorio y responder a la solicitud ciudadana con el anuncio de la fecha para la recolección del 20% de las manifestaciones de voluntad del Registro Electoral.

«En la Constitución existe el instrumento democrático para que el pueblo exprese si está contento con un gobernante y el referéndum ha sido requerido por un buen número de venezolanos. Se cumplió la fase del 1%, el CNE no puede seguir dilatando sin ninguna razón y de forma indebida que se realice el revocatorio», afirmó.

El prelado dijo que no puede burlarse la voluntad ciudadana. Recordó que, tal como lo ha señalado la Conferencia Episcopal Venezolana, «el 6 de diciembre el pueblo marcó un cambio de rumbo y eso no se puede ignorar». Urosa Savino abogó por la búsqueda de soluciones pacíficas a la crisis y por la paz en el país.

«Si el gobierno quiere diálogo debe dejar de permitir la agresión a dirigentes de la oposición, como ocurrió hace unos días en Margarita con Henrique Capriles. No puede permitirse que se agreda impunemente a los ciudadanos», indicó. Ratificó la disposición del Vaticano a participar como garante del diálogo, pero sostuvo que pareciera que no hubiese, por ahora, voluntad para un diálogo serio.

El cardenal Urosa Savino denunció que en Venezuela hay muchas situaciones irregulares como las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia contra la Asamblea Nacional. «El TSJ ha querido anular a la Asamblea Nacional, hecho que configura una situación de dictadura y eso no se puede tolerar», afirmó.

Obispos en Roma. El prelado señaló que el reciente encuentro de obispos venezolanos con el papa Francisco no tiene connotación política porque se trata de una actividad de formación que el sumo pontífice hace con los obispos designados en el transcurso de un año.

La Conferencia Episcopal señaló el viernes que asistieron 8 obispos. En el grupo están el secretario de la CEV, monseñor Víctor Hugo Basabe, quien es el obispo de San Felipe; y monseñor Ángel Parravano, obispo auxiliar de Caracas.

FUENTE: EL NACIONAL

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