El fundador y director del Centro Comunitario de Aprendizaje (Cecodap), Oscar Misle, enfatizó la responsabilidad del Estado en casos de prostitución infantil y la inexistencia de programas que les ofrezcan la ayuda necesaria, tanto a la víctima como a la familia.

En tiempos recientes, han habido dos casos de explotación sexual a menores que han conmocionado a la opinión pública en el estado Bolívar: entre el pasado sábado y el lunes se formularon dos denuncias, una en San Félix y otra en Ciudad Bolívar, que involucra a madres prostituyendo a sus hijas.

Misle afirmó que este tipo de situaciones se presentan en la medida que las crisis se hacen más severas y las necesidades aumentan. A su juicio, una situación que mezcla debilidad en valores y marginales ingresos es un caldo de cultivo para métodos rápidos y fáciles de conseguir dinero.

“Se usan los niños como mercancía a través de la explotación sexual, pero no todos los que estén en crisis tomarán esa opción, es un tema de valores. Este tipo de situaciones como la del país hacen salir lo lindo pero también lo más oscuro de la gente”, explica.

Califica de grave que la forma empleada por las personas para conseguir ingresos económicos sea la explotación sexual y más aun explotando a menores de edad.

A tres niñas, de 10, 11 y 12 años, se les hizo pasar de modelos. Con complejidad de la madre, dos hombres les tomaban fotografías en San Félix para su distribución. El caso se divulgó el 3 de diciembre. Dos días después, se supo de una denuncia similar en Ciudad Bolívar.

“Lastimosamente hacen ofertas que en este caso son sus hijos, enfocados en pederastas y pedófilos, a los que les atrae los niños, por su vulnerabilidad, indefensos, y eso es una forma de atraer determinada clientela”, afirmó el especialista.

Además, Misle aseguró que hay una predisposición a no denunciar por distintos factores: “Todo el tema de la sexualidad y el tabú que existe, más la falta de formación para denunciar y sus temores para hacerlo debido a las redes de prostitución que hay. Las personas tienen miedo, y desconfianza de hacer la denuncia. Hay muchas debilidades en el país, no tenemos estadísticas, no se denuncia y menos aún los casos de varones en la pornografía infantil, por el tema del machismo”.

Misle advierte que “hay una complicidad perversa en cuanto a los casos de prostitución y pornografía infantil, que los niños están desprotegidos, sumándole que no existen los programas, para darles el apoyo psicológico y legal que debe ofrecerse por un consejo de protección”.

Con respecto a la labor del Estado el especialista aseguró que “el Estado tiene una responsabilidad muy importante en la protección de los niños, no solo del punto de vista académico y emocional, es un trabajo con las escuelas, las familias. No podemos ser cómplices de la realidad. Los organismos deben abocarse a desmantelar bandas dedicadas a estos delitos, no actuar reactivamente. Cuántos casos están solapados, porque no se les hace seguimiento y control de estas situaciones”.

Los artículos 34 y 35 de la Convención sobre los Derechos del Niños rezan que los gobiernos deben proteger a los niños y niñas de todas las formas de explotación y abusos sexuales y tomar todas las medidas posibles para asegurar que no se les secuestra, se les vende o se trafica con ellos, destaca el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

“El Protocolo Facultativo de la Convención relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía sirve de complemento a la convención al exigir a los Estados una serie de requisitos precisos para poner fin a la explotación y el abuso sexuales de la infancia. También protege a los niños y niñas de la venta con objetivos no sexuales, como por ejemplo otras formas de trabajo forzado, adopciones ilegales o donación de órganos”, reseñan en su página web.

CON INFORMACIÓN: EL NACIONAL

FECHA: 09 DE DICIEMBRE DE 2016

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