Nicolás Maduro, desconocido por medio centenar de países, no ha frenado su esfuerzo de limitar el libre ejercicio del periodismo, actualmente con las plataformas digitales como trincheras en las que no existe otro norte que presentar los hechos de manera directa para el público.

Venezuela, un país que atraviesa una de las peores crisis de su historia, ha visto al mandatario actuar de frente contra aquellos que revelan lo que ocurre y cómo esto incide sobre la población.

El 20 de febrero, El Estímulo fue víctima de la mano dura de la censura al ser parte de un ataque que bloqueó el ingreso al portal durante la mayor parte de la jornada. Alnavio y Konzapata vivieron lo propio esa fecha, un capítulo más de la dinámica represora del gobierno de Maduro, muralla y no puente contra los medios digitales.

Ese episodio fue uno de los tantos que año a año alimenta una larga lista de hechos contra el acceso a la información y sus medios para difundirla. Así funciona la maquinaria oficialista.

Viejas mañas

En junio de 2018, representantes de La Patilla, TalCual y El Pitazo sostuvieron un encuentro con la Comisión de Medios de la Asamblea Nacional para relatar cómo ha sido el trato contra sus portales el efecto que la censura ha tenido sobre ellos.

Figuras de las tres páginas mantuvieron un mismo patrón en donde calificaron como ilegales las decisiones y ejecuciones del gobierno, a quien han acuso en incontables ocasiones de impedir el desarrollo de las labores.

Los reclamos van directamente contra las regulaciones internas que se aplica desde la telefónica estatal Cantv, principal suministrador de internet en el país, que frecuentemente bloquea los dominios de los medios ya mencionados.

Un proceso que cambia de forma

Desde el lado del gobierno la política es simple: adaptarse a las tendencias. Así como en un principio el más duro golpe lo comenzaron a sufrir medios impresos, pasando por canales de televisión y estaciones radiales, las acciones de Maduro y su gabinete han sido como agua para tomar cualquier forma y atacar.

Entre 2013, con la llegada del sucesor del fallecido Hugo Chávez al poder, hasta octubre de 2018, la cifra de medios silenciados en el país es de 115.

Uno de los últimos movimientos ha sido apartar de los sistemas de televisión por cable y satelital a aquellos canales que cubra las movilizaciones convocadas por la oposición, con el concierto Venezuela Aid Live como referencia para la región el 22 de febrero, evento que sirvió para recaudar fondos en pro de la recolección de ayuda humanitaria.

Con información de El Estimulo

, actualmente con las plataformas digitales como trincheras en las que no existe otro norte que presentar los hechos de manera directa para el público.

Venezuela, un país que atraviesa una de las peores crisis de su historia, ha visto al mandatario actuar de frente contra aquellos que revelan lo que ocurre y cómo esto incide sobre la población.

El 20 de febrero, El Estímulo fue víctima de la mano dura de la censura al ser parte de un ataque que bloqueó el ingreso al portal durante la mayor parte de la jornada. Alnavio y Konzapata vivieron lo propio esa fecha, un capítulo más de la dinámica represora del gobierno de Maduro, muralla y no puente contra los medios digitales.

Ese episodio fue uno de los tantos que año a año alimenta una larga lista de hechos contra el acceso a la información y sus medios para difundirla. Así funciona la maquinaria oficialista.

Viejas mañas

En junio de 2018, representantes de La Patilla, TalCual y El Pitazo sostuvieron un encuentro con la Comisión de Medios de la Asamblea Nacional para relatar cómo ha sido el trato contra sus portales el efecto que la censura ha tenido sobre ellos.

Figuras de las tres páginas mantuvieron un mismo patrón en donde calificaron como ilegales las decisiones y ejecuciones del gobierno, a quien han acuso en incontables ocasiones de impedir el desarrollo de las labores.

Los reclamos van directamente contra las regulaciones internas que se aplica desde la telefónica estatal Cantv, principal suministrador de internet en el país, que frecuentemente bloquea los dominios de los medios ya mencionados.

Un proceso que cambia de forma

Desde el lado del gobierno la política es simple: adaptarse a las tendencias. Así como en un principio el más duro golpe lo comenzaron a sufrir medios impresos, pasando por canales de televisión y estaciones radiales, las acciones de Maduro y su gabinete han sido como agua para tomar cualquier forma y atacar.

Entre 2013, con la llegada del sucesor del fallecido Hugo Chávez al poder, hasta octubre de 2018, la cifra de medios silenciados en el país es de 115.

Uno de los últimos movimientos ha sido apartar de los sistemas de televisión por cable y satelital a aquellos canales que cubra las movilizaciones convocadas por la oposición, con el concierto Venezuela Aid Live como referencia para la región el 22 de febrero, evento que sirvió para recaudar fondos en pro de la recolección de ayuda humanitaria.

Con información de El Estimulo

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