Es frecuente que en los principales grupos de chats de Whatsapp, madres y familiares de recién nacidos pregunten en dónde pueden obtener la vacuna BCG, principal refuerzo que debe colocársele al neonato en las primeras 24 horas de vida, para prevenir la tuberculosis. Y es que desde hace meses, esta vacuna de obligatoria aplicación, no se consigue en los principales centros asistenciales del estado Aragua, tal y como lo corroboran varias enfermeras del Hospital Central de Maracay, que una vez más salieron a la calle para exigir la dotación de insumos y medicamentos, y reclamar mejores condiciones salariales y laborales, en medio de un gran despliegue policial en la entrada del hospital.

“Hacemos un llamado a las autoridades sanitarias. Los padres de recién nacidos deben viajar hasta Colombia para que allá puedan ser vacunados sus hijos, lo que constituye una situación sumamente grave, pues estamos frente a una población infantil susceptible a enfermarse”, señala Marina Abreu, enfermera jubilada del Hospital central de Maracay, durante una protesta de calle que llevó a cabo el gremio, en las afueras del principal centro asistencial de la región.

Su denuncia coincide con la que realizó días atrás, el presidente de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional, diputado y médico por Aragua, José Trujillo, quien alertó sobre las graves consecuencias sanitarias que ocasionará la no aplicación de la vacuna BCG en la población de recién nacidos.

Esta vacuna BCG –explica– evita el contagio por tuberculosis y debe aplicarse a los recién nacidos de acuerdo con los protocolos previstos en los esquemas de vacunación. Pero no se consigue.

El alerta también es señalado por la presidenta del Colegio de Enfermería del estado Aragua, Yésica Vidal, en el marco de una protesta frente al HCM, donde una vez más exigen insumos y medicamentos para poder atender a los cientos de pacientes que acuden al centro asistencial más importante de la región central del país.

La representante gremial señala que el personal de enfermería de la región atraviesa por una situación crítica, ya que además de 80 % de déficit de personal, las pocas enfermeras y enfermeros que aún resisten, hasta se desmayan en medio de sus agotadoras faenas diarias.

“Aquí hay enfermeras que se nos han desmayado porque no tienen qué comer. Y cómo pueden comprar alimentos si el sueldo es de apenas Bs 150.000, que no alcanza para nada. Y la fulana caja Clap, la entregan cada seis meses, sin los requerimientos vitamínicos que se requieren”.

Las pésimas condiciones en las que el personal de salud del HCM labora, se agudizan cada vez más.

Aquí le aplican mastique y yeso a paredes y pequeñas áreas reinauguradas, varias veces, los sanitarios no funcionan y sobran problemas de filtración de aguas”, denunció Quintana.

El Hospital Central de Maracay también adolece de un efectivo sistema eléctrico que permita atender a los pacientes, en medio de las constantes interrupciones del servicio eléctrico en la región. Una sola planta suministra energía a áreas específicas, cuando falla la electricidad.

Por ello, en abril pasado, la Cruz Roja Internacional incluyó al HCM entre los 15 hospitales del país que recibirían una planta eléctrica, que en el caso de Aragua, llegó en junio.

Sin embargo, cuatro meses después, la nueva planta eléctrica asignada al HCM, no ha sido instalada.

Con información de Crónica Uno

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