Algunos pasillos desolados del hospital Pastor Oropeza de Carora hablan del 70% de déficit de personal. El ambulatorio de Bobare, también lo sufre y con la denuncia de quedarse sin servicio eléctrico por falta de mantenimiento. Desde Humocaro Bajo se quejan por la falta de médico, desinfectantes y otros insumos. Esto apenas es una demostración de algunos centros asistenciales de Iribarren, Torres y Morán, cuyas debilidades empiezan por la falta de acondicionamiento y sin asegurar el traslado en ambulancia, pues las unidades accidentadas.
Es un cúmulo que denuncia Alberto Dominguez, del sindicato del Seguro Social, que lleva a explotar en la protesta de calle, con más insistencia desde el 12 de febrero. Hasta un grupo de trabajadores del hospital Armando Velázquez Mago de Sarare salió a protestar exigiendo sus mejoras salariales, asegurar rutas hospitalarias y por la calidad del beneficio de la bolsa de comida. Un grito desesperado que también llamó a la activación por completo del laboratorio, ante la falta de bionalistas. La ambulancia tiene varios meses accidentada.
Las enfermeras del Ambulatorio rural de Bobare perdieron la paciencia. Se reunieron y denunciaron. Un reclamo que se acentuó desde febrero, al quedar prácticamente solo. Tienen un médico por 6 días y otros 2 sin horario fijo, porque les cuesta llegar sin la ruta hospitalaria y ni siquiera con transporte público. Al personal le toca esperar hasta más de una hora por la caridad de una «cola». Viven en caseríos aledaños, que se tardan caminando hasta casi 2 horas, soportando el cansancio y dolencias de piernas.
Atienden 2 enfermeras por cada turno y durante la primera quincena de febrero les tocó asistir 5 partos, sin tener ni vitamina K entre los insumos. También lamentan los problemas con la electricidad pues les ha tocado trabajar en penumbra, hasta que algunos pacientes se lleven sus lámparas para poder ser atendidos en alguna emergencia. La planta eléctrica es prestada, pero la misma no está operativa porque le falta aceite y gasolina. Además no ha sido repotenciada la ambulancia para los traslados hasta Barquisimeto.
Las alarmas retumban en el hospital Pastor Oropeza de Carora, cuando Teolinda Riera, titular de Sintraimprosalud, resalta que hay un 70% de déficit del personal sanitario y lamenta el abandono de puestos de trabajo porque el sueldo no alcanza para cubrir los pasajes.
El 18 de enero se reunieron con el directivo Ángel Chirinos, para reiterar la necesidad del ajuste de salarios, dotación de insumos y garantizar los implementos de bioseguridad. Señala que solo lograron la dotación de un kit para una guardia y fue en una sola oportunidad. El agua potable también falla en los servicios del centro asistencial y en varias oportunidades, los cisternas no son suficientes para abastecer la demanda. Tienen algunos baños dañados y ciertos tramos del techo destruido.
Desde Humocaro Bajo, el dirigente Andrés Eloy González señaló que solo cuentan con un médico de guardia, porque está residenciado en este pueblo de Morán. Atendían otros que venían de El Tocuyo, pero les costaba llegar. Requieren algunos insumos básicos como gasa y guantes. Además de implementos de limpieza.
Con información de La Prensa de Lara