En la Escuela de Bioanálisis quedan 235 estudiantes de más de 660. De 110 bioanalistas que trabajaban en el Clínico Universitario solo 56 siguen en sus labores y lo hacen en condiciones difíciles.
Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, responsabilizó al Gobierno de llevar a cabo una política deficiente y destructiva del sistema nacional público de salud, e informó que de aproximadamente 20.000 bioanalistas graduados en el país, han emigrado cerca de 6600.
También destacó que de los 110 bioanalistas que integraban la plantilla del Hospital Clínico Universitario, actualmente quedan 56.
“La evaluación que hacemos trimestralmente a nivel nacional arroja que los servicios de bioanálisis se encuentran inoperantes, es decir que cualquier venezolano que vaya a los centros para solicitar orientación, diagnóstico, seguimiento y control de su estado de salud y enfermedad no va a conseguir respuesta”, aseguró León.
Explicó la especialista que en los más de 300 hospitales públicos del país los laboratorios presentan fallas importantes en cuanto a reactivos y materiales. “A lo mejor hacen un examen de heces u orina, pero eso no es dar respuesta a la situación de salud”.
En cuanto a la ayuda humanitaria y su relación con la inoperatividad de los servicios de bioanálisis, León acotó que aunque se le suministren los medicamentos a los pacientes crónicos (que es la primera fase de la ayuda humanitaria), tiene que haber una dotación de laboratorios para hacerle seguimiento a los tratamientos que se apliquen a los pacientes con enfermedades crónicas.
Al ser consultada sobre la existencia de 135 casos de posible sarampión en el estado Anzoátegui, León explicó que las muestras deben ir a un laboratorio de bioanálisis. “Ese laboratorio, que es el Instituto de Higiene, en este momento no tiene las condiciones: ni los reactivos ni las herramientas necesarias para poder dar respuesta inmediata”.
De acuerdo con la situación del sistema público de salud, el país estaría registrando una involución de 40 a 60 años. “El Gobierno quiere que nosotros retrocedamos en las técnicas científicas y tecnológicas, quiere que hagamos pruebas manuales cuyos resultados se obtienen dos o tres semanas después”.
Con información de Crónica Uno