El gobierno de Nicolás Maduro tomó otra medida para atacar una guerra económica que solo existe para justificar un modelo fallido: en 72 horas, desde el martes 13 de diciembre, el billete de Bs 100 no tendrá validez legal. Las razones argumentadas por esta sorpresa decembrina del mandatario tienen poco sustento, si se contrastan con datos del Banco Central de Venezuela y con sus declaraciones previas. Aquí al menos cinco de esas mentiras.
1.- ¿Dónde están los billetes de 100? Nicolás Maduro aseguró que una “mafia dirigida desde Colombia” se ha dedicado a extraer billetes de Bs 100 y “se calcula que más de 300 mil millones de bolívares” se encuentran en el exterior. Si dividimos esa cantidad entre 100, nos da la cantidad de notas con la figura de Bolívar que estarían fuera de Venezuela: 3.000 millones. De acuerdo con las cifras del Banco Central de Venezuela al cierre del mes de noviembre, había en circulación 6.111 millones de billetes de Bs 100, es decir, que según Maduro, la mitad se la llevaron los artífices de un “ataque a la moneda”. Sobre este argumento pesa una gran duda, más si se toma en cuenta que la mitad del efectivo en circulación en el país se encuentra en billetes de Bs 100.
2.- El cierre fronterizo para frenar la salida de billetes. La venta de billetes en la frontera con Colombia es un hecho real, aunque de dimensiones no cuantificadas. Entre agosto de 2015 y agosto de 2016, Maduro ordenó el cierre de los pasos peatonales y vehiculares hacia el vecino país, para, entre otras razones, frenar esa salida ilícita de papel moneda.
“Se están llevando el papel moneda. Un billete de 50 (bolívares) lo pagan en 150 y 200 bolívares. Es guerra económica abierta y la dirige Álvaro Uribe Velez con los paramilitares allá en Cúcuta”, dijo Maduro en agosto de 2015, en la celebración por los 10 años del Plan de Siembra Petrolera desde el estado Anzoátegui.
La frontera volvió a abrirse, sin que se resolviera tal situación. El billete de Bs 100 perdió valor y el flujo de venezolanos cruzando la frontera disparó la demanda de pesos.
Maduro afirmó que la investigación que lo llevó a tomar la decisión tenía dos años. Un dato importante: hace dos años había en circulación 1.309,5 millones de piezas de Bs 100. Es decir, que en el tiempo que duró la investigación se pusieron a circular casi 5.000 millones de billetes.
3.- Insuficiente tiempo y billetes. Maduro aseguró que como este lunes es bancario, había tiempo para organizar el proceso de canje. “Da tiempo para organizarlo todo bien chévere”, dijo. Estableció un lapso de 72 horas de vida para el billete de Bs 100 y luego 10 días para canjearlo en el Banco Central de Venezuela. Lo que no tomó en cuenta es que la cantidad de billetes de menor denominación actualmente en circulación no son suficientes para cubrir la cantidad de bolívares en billetes de Bs 100 que hay en la economía venezolana. Una cuenta sencilla lo muestra. Según el BCV, al cierre de noviembre había Bs 611.170,8 millones en billetes de 100, mientras que en billetes de todas las otras denominaciones hay Bs 179.533,4 millones.
Por otro lado, el gobierno espera recoger la mitad de los billetes que circulan en el país en 13 días. En tres días pueden ser depositados o canjeados, mientras que en los siguientes 10 días a ese plazo solo se podrán cambiar en las dos sedes del Banco Central de Venezuela (Caracas y Maracaibo). Es decir, quiere regresar a las arcas del BCV en menos de dos semanas, todos los billetes de Bs 100 que le tomó casi nueve años poner en circulación.
4.- Contradiciendo a Merentes. El presidente del Banco Central, Nelson Merentes, afirmó el miércoles 7 de diciembre, que con la llegada de los nuevos billetes, los viejos seguirán circulando. Cuatro días más tarde, Maduro lo contradice con la medida de anulación del billete de Bs 100. Técnicamente no es una mentira, pero sí otra muestra de la poca credibilidad/autonomía que le queda al organismo emisor.
5.- El contrabando de alimentos. Antes del cierre de la frontera en agosto de 2015, el gobierno protestaba el contrabando de alimentos hacia Colombia. Esa actividad que impulsaba la demanda de bolívares en Colombia se frenó por esa decisión y para cuando se reabrió la escasez en Venezuela lo había eliminado casi por completo.
Ahora, miles de venezolanos cruzan a Cúcuta y Maicao a cambiar sus bolívares por pesos a una paridad de casi 1 a 1 en los últimos días para abastecerse de comida y otros bienes básicos. Esto disparó la demanda de pesos y por tanto bajó el valor del bolívar. Es una simple reacción de un mercado que en el año 2006 alcanzó un pico de 1.000 pesos por cada bolívar.
Los efectos son visibles en el comercio de la ciudad de Cúcuta, donde las compras se incrementaron 30% desde que se permitió el paso de particulares.
CON INFORMACIÓN DE: EL INTERÉS
FECHA: 19 DE DICIEMBRE DE 2016