La desaceleración en el incremento del salario nominal, junto a una inflación interanual que para junio se aproximaba al 500%, hace que el efecto en poder de compra de todos los salarios sea devastador, asegura el último informe de Econométrica.
El poder de compra de un salario mínimo integral de julio de 2016 es casi 1/3 del que tenía en julio de 2007. La caída del salario mínimo real sin bono de alimentación es aún más profunda, 75%. La caída interanual tampoco deja de preocupar. La caída del poder de compra del salario mínimo integral es de alrededor de 40%, mientras que para salario mínimo sin bono fue de 65,8%. De acuerdo con los especialistas, de no haber aumento de salario en agosto, tendríamos los salarios mínimos con peor poder de compra en los últimos años, con caídas interanuales que alcanzarían 42,5% y 67,4% respectivamente.
Estiman que una caída en el poder de compra como la actual, trae como consecuencia directa un cambio en el patrón de consumo, especialmente en la clase media. En efecto, este estrato dedicaba alrededor de 30% o menos en alimentos, hoy muchos hogares de esta clase dedican más de 50%-60% en ese rubro.
Eso ha hecho que, por un lado, muchos hogares hayan tenido que recurrir al endeudamiento para no ver su estilo de vida cambiar drásticamente, y por el otro, a cambiar sus hábitos de consumo. Por ejemplo, un número importante de dueños de vehículos dejó de asegurarlo, o lo sustituyeron por alternativas menos costosas como una combinación de seguro de responsabilidad civil junto con un sistema de ubicación por GPS. También hemos visto una caída importante en la frecuencia de comidas fuera de casa, entretenimiento como cine o teatro, viajes.
Destacan que el venezolano está concentrando su gasto en lo esencial, en la comida, que a su vez es la agrupación que más ha visto incrementar sus precios. El cambio en los patrones de consumo no sólo ha cambiado en el peso de las agrupaciones dentro de la canasta mensual, sino que además lo ha hecho en lo que compra dentro de la agrupación alimentos. El consumidor es ahora más selectivo en lo que lleva.
Lo peor está por venir
Econométrica advierte que lo peor de la historia está por venir con los ajustes de buena parte de los servicios, entre los que destacan la telefonía, la televisión por cable, proveedores de Internet y Educación. Sin resolver las trabas en la producción nacional, con una productividad que cada vez es menor, resulta imposible esperar una recuperación en el poder de compra del salario.
El ajuste de los precios de los servicios traerá nuevos cambios significativos en la forma de consumir de los venezolanos, señala la consultora.
FUENTE: EL IMPULSO