La escalada de la conflictividad política en el país, a partir de la toma forzada de la Asamblea Nacional (AN) por parte de una junta directiva paralela, con la ayuda de un componente de la Fuerza Armada como lo es la Guardia Nacional, lo amerita. La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) emitió sendos pronunciamientos en rechazo a la situación con solo un día de por medio, para denunciar el “secuestro” de la institucionalidad democrática y solicitar mayor apoyo a la comunidad internacional.
El más reciente es la exhortación de la CXIII asamblea plenaria ordinaria este 10 de enero, dirigida a “los hermanos venezolanos en la nación y en la diáspora, a todos los pueblos e Iglesias hermanas de América y del mundo”. Presentamos 10 claves del documento leído por el obispo auxiliar de Mérida, Luis Enrique Rojas.
1.- Recordatorio de que en la voz de los obispos venezolanos está la voz del papa Francisco para denunciar la difícil situación que golpea a Venezuela y que lejos de superarse se agrava. “Se trata de una crisis social, económica y política que se ha convertido es una emergencia humanitaria moralmente inaceptable, caracterizada por el menosprecio a la dignidad humana”, se expresa en la carta de los arzobispos y obispos.
2.- A propósito de lo que se calificó de “atropellos” a la AN, se reitera (al igual que en la exhortación del 12 de julio de 2019) que el urgente cambio en Venezuela pasa por la salida de Nicolás Maduro del poder que ejerce “de forma ilegítima” y la celebración de elecciones presidenciales lo antes posible.
Así mismo, que se cumplan condiciones para garantizar la transparencia de dichos comicios, tales como la conformación de un Poder Electoral imparcial, actuación del registro comicial, que se permita el voto de los venezolanos en el exterior y observación internacional. “Igualmente, el cese de la Asamblea Nacional Constituyente”.
3.- Exige a la Fanb ponerse del lado de la Constitución tal como lo juraron, “sin servir a parcialidades políticas, respetando la dignidad y los derechos de toda la población”.
4.- Hace un llamado tanto al gobierno como a la oposición para que presten atención al clamor de la gente, “fijarse en sus necesidades (del pueblo) y no en los acomodos que aseguran sus privilegios e intereses particulares”.
5.- Mensaje a la diáspora. Anima a quienes se vieron forzados a salir de la patria a integrarse adecuadamente a la cultura de cada país de acogida y ser embajadores del “espíritu de solidaridad, la alegría y la fraternidad” que caracterizan al pueblo venezolano. Y sobre todo “no olviden a los suyos”, en alusión a la familia que dejan en Venezuela.
6.- Agradece a los países e Iglesias del mundo el apoyo a los inmigrantes venezolanos y lamenta las actuaciones negativas de unos pocos. “Rogamos a las naciones que los reciben, prestarles los cuidados y atenciones que les permitan vivir con dignidad, aportando lo que pueden y son capaces de hacer”.
7.- Pide a la comunidad internacional escuchar al pueblo venezolano y denuncia la “falsa normalidad” que pretenden imponer “con cinismo” las autoridades gubernamentales y medios de comunicación del Estado. “Hoy sufrimos el aumento de la desnutrición infantil, la destrucción del aparato productivo, el crecimiento de una especulación agobiante y la corrupción intolerable”.
8.- Denuncia ante el mundo que “un régimen totalitario e inhumano” persigue a la disidencia política con “tortura, represión violenta y asesinatos. También acusa la presencia de grupos irregulares en el país con la anuencia de autoridades civiles y militares, la explotación irracional de recursos mineros, el auge del narcotráfico y la trata de personas.
9.- Reconoce los esfuerzos de la comunidad internacional para atender la situación de Venezuela pero cree que debe orientarse a exigir al régimen de Maduro la realización de elecciones libres y confiables, además de mantener la ayuda humanitaria para los que más sufren.
10.- Apuesta al “diálogo sincero” y a las negociaciones entre los factores políticos en “condiciones de respeto a los derechos fundamentales del pueblo, la libertad, dignidad, justicia y democracia”, como salida pacífica a la crisis.
Con información de Efecto Cocuyo