Un apagón masivo, el quinto en menos de cinco meses, ha vuelto a dejar sin luz este lunes a gran parte de Venezuela. Los cortes de electricidad, que comenzaron a registrarse entre las cuatro y media y las cinco de la tarde, afectan a Caracas y al menos a 18 de los 23 Estados del país. El fallo ha sumido nuevamente a millones de personas en el caos. Las autoridades suspendieron  el servicio de metro en la capital, donde las calles, sin semáforos en funcionamiento, han colapsado debido a las miles de personas que buscaban volver a sus casas antes del atardecer. La falta de luz ha repercutido también en las comunicaciones telefónicas y en la conectividad.

Representantes de Nicolás Maduro, como en anteriores ocasiones, echaron la culpa a la falta de suministro a causas externas. El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, ha atribuido lo sucedido a un «ataque de carácter electromagnético», sin especificar en qué consiste. Ha afirmado que se ha tratado de un intento de afectar «el sistema de generación hidroeléctrica de Guayana, principal proveedor de este servicio en el país». El Ejecutivo ha suspendido las actividades laborales y escolares para este martes.

El pasado 7 de marzo, un fallo en una represa dejó sin corriente a Caracas y a 22 Estados durante casi una semana. El aparato chavista culpó entonces a la oposición y a la Administración de Donald Trump de un intento de desestabilización y llegó a hablar de «guerra eléctrica».  Sin embargo, los cortes se han convertido en una suerte de rutina en Venezuela. La gestión del servicio lleva años funcionando en condiciones de máxima precariedad. Con la excepción de Caracas, donde el último gran apagón se registró el 10 de abril, hay Estados enteros que conviven a diario con la falta de luz. Maracaibo, un tiempo capital petrolera de América, es la ciudad más afectada.

Estos episodios se han convertido en una aflicción más que se suma a una catástrofe económica sin precedentes. En las colas del autobús, a la espera de un transporte en ocasiones informal, se respiraba esta tarde un clima de enfado y, al mismo tiempo, resignación.

Juan Guaidó, que ha convocado para este martes una sesión callejera de la Asamblea Nacional, aseguró en Twitter: «Intentaron esconder la tragedia con racionamientos en todo el país, pero el fracaso es evidente: destruyeron el sistema eléctrico y no tienen respuestas. Mañana, con fuerza, vamos a la asamblea en la calle. Los venezolanos no nos acostumbraremos a este desastre». «Hemos advertido de la catástrofe humanitaria latente si el régimen sigue secuestrando el poder sin capacidad de ofrecer solución a emergencia que generaron», agregó.

Con información de El País.

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