Lo que ya de por sí es una tortura china, ahora también es una exposición al robo y a la muerte. Se trata de las colas de gasolina, calificadas por conductores como humillantes, pues deben permanecer durante semanas en kilométricas filas que se forman a lo largo de avenidas y autopistas.
Los robos a quienes esperan en fila son muy comunes en la madrugada. Choferes aseguran que después de las 7:00 pm no pasa ni un policía lo que es aprovechado por los delincuentes quienes están a la caza de potenciales víctimas.
Carlos Quevedo, un comerciante que se mantuvo en cola por gasolina en la estación Churún Merú, la cual es dolarizada, cuenta que en dos ocasiones, en un lapso de siete días, varios de sus compañeros de cola fueron sorprendidos por choros empistolados. «Yo me salvé porque todas las noches prefería dejar el carro cerrado e irme a la estación de servicio y esperar despierto hasta que saliera el sol», dijo.
Las fuertes embestidas por vehículos que transitan por la vía, algunas con saldos fatales, son otros de los riesgos a los que se exponen los larenses mientras esperan poder surtirse de combustible y lo cual los llena de temor durante todo el tiempo que permanezcan en filas.
«En estos días me bajé del carro para estirar las piernas, pero venía un camión cava 350 a exceso de velocidad muy pegado a nosotros y si yo hubiese estado 20 centímetros más hacia el canal del medio, me hubiese llevado por delante», señaló Wilfredo Pérz desde una cola en Las Veritas.
Este jueves ocurrió un fatal choque en la calle 1 de Barrio Unión. Un vehículo presentó un desperfecto mecánico e impactó contra la cola, dejando un saldo de dos lesionados y dos muertos. El pasado 20 de octubre la embestida de una gandola contra la fila de la bomba Los Mangos, vía Sarare, dejó una decena de heridos y conmocionó a toda la región.
Con información de La Prensa de Lara