Las colas por gasolina en Ciudad Guayana y en el estado Bolívar llegaron a ocho semanas. Lo que comenzó como una contingencia por la escasez de gasolina se ha convertido ahora en una rutina: no hay estación de servicio que no esté rodeada de colas kilométricas de carros (no es exageración: algunas tienen hasta 2 kilómetros).

A pesar de los controles impuestos por el gobernante regional Justo Noguera Pietri, como desplegar militares y funcionarios de la Gobernación en las bombas de gasolina para resguardar las colas, la situación persiste.

La última de las medidas se difundió el lunes mediante un comunicado: la Región Estratégica de Defensa Integral (REDI) Guayana anunció la prohibición de colas en las estaciones de servicio entre las 6:00 p.m. y las 10:00 p.m.

No se cumplió. Miles de personas en todo el estado Bolívar, como Ponne, durmieron en sus carros y cerca de las estaciones de servicios: nadie quiso perder su puesto. Nadie quiere arriesgarse.

Este martes, en la octava semana de colas causadas por la escasez de gasolina, comenzaron las protestas en las estaciones de servicio. En Ciudad Guayana hubo tres: dos en Puerto Ordaz y una en San Félix. Los manifestantes cerraron las calles aledañas cuando les dijeron que las gasolineras no abrirían.

En Ciudad Bolívar la situación fue la misma, según informó la periodista María Alejandra Pasarella: “Ciudadanos reportan cierre de varias vías en protesta por falta de gasolina en el Paseo Simón Bolívar, en la avenida Perimetral y en la calle Caracas”.

Quienes no quieren estar en las colas han buscado alternativas. Hay varias. Algunos pagan 35.000 bolívares más las comidas para que alguien esté en la cola por ellos.

Otros compran el litro de gasolina por 3.000 bolívares a revendedores. Y los que tiene dólares en efectivo pagan 20 por recargar el tanque completo y así evitan, además, quedarse con los 30 litros que surten las gasolineras para racionar.

Con información de Crónica Uno

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