Un venezolano debe hacer largas colas en las panaderías para comprar hasta dos panes a precio regulado. Situación creada por el Gobierno por mantener un precio que no se ajusta a la realidad económica ni a los costos de producción. El panadero está obligado a vender un pan canilla en Bs 180, y un pan campesino a Bs 600, según informó José Pereira, dueño de uno de estos establecimientos en el centro de Caracas.
Día a día los venezolanos se enfilan en tres turnos de colas en las panaderías para acceder a un uno o dos panes a precio regulado porque no se produce en grandes proporciones por la falta de materia prima y de acceso a las divisas para importarla, y así cubrir la alta demanda, explica Pereira.
La primera cola se hace incluso antes de abrir el expendio de panes. “La cola comienza a las 8 a.m. y se atiende a los interesados en pan regulado a las 11 a.m. Se pelean, golpean y hasta se marcan los brazos con un número para evitar que bachaqueros y extraños se coleen”, explica Ligia Gómez, vecina de Catia, uno de los sectores donde habita un gran número de personas de escasos recursos.
A eso de las 2 p.m., aún con el local a reventar para obtener un pan, otros comensales se enfilan y hasta reciben un cartón con un número para esperar que se prenda el horno y se despache el nuevo lote de pan (entre 100 y 200 panes) a partir de las 4 p.m. o 5 p.m.
“A esa hora los conflictos en la colas son mayores, pues los ciudadanos, al no tener harina de maíz ni otros alimentos, buscan desesperadamente un pan para cenar”, relató Marcos Escalante, residente de El Valle, sector popular donde aún hay aceptación del oficialismo.
Fuente: La Patilla
Fecha 14 de marzo de 2017