Juan Francisco Espinosa, director general de Migración Colombia, detalló que el país había pasado de tener 53.000 inmigrantes venezolanos en 2016 a casi 1,8 millones en 2021, de los que más de 900.000 son irregulares y 390.000 menores de edad

La ministra de Exteriores colombiana, Claudia Blum, declaró este martes que Colombia necesita una mayor cooperación de otros países y de organizaciones internacionales para hacer frente al flujo migratorio venezolano e integrar a todos los refugiados que llegan a esa nación.

“Colombia necesitará la cooperación de otros países y de organizaciones internacionales. Nuestras capacidades están desbordadas y la cooperación internacional es importante”, dijo Blum en una videoconferencia con medios y diversas organizaciones alemanes sobre el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos.

Blum agregó que espera que hubiese una respuesta positiva en la próxima conferencia de donantes que se celebrará el 17 de junio en Canadá.

El estatus actual se propone registrar a los migrantes y concederles un permiso de estadía en Colombia de 10 años, lo que debe ser un puente para su integración en el mercado laboral.

Iniciativa humanitaria
El director general de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, dijo en el encuentro que el país había pasado de tener 53.000 inmigrantes venezolanos en 2016 a casi 1,8 millones en 2021, de los que más de 900.000 son irregulares y 390.000 menores de edad.

“Los vemos aquí, bajos de peso, con desesperación e ilusión de salir adelante”, dijo Espinosa en Cucutá, ciudad fronteriza con Venezuela.

Ante ello, el estatuto, según Espinosa, es “una iniciativa humanitaria y una respuesta para una inclusión efectiva”.

“Empezaremos en mayo, en esa primera fase el migrante deberá aportar datos básicos, una foto y una caracterización socioeconómica”, dijo.

“La segunda fase será en septiembre, cuando se hará el registro biométrico para dar documentos de identidad que serán la puerta de ingreso a toda una serie de posibilidades, una herramienta de generación de confianza”, agregó.

Gran parte de los problemas de los migrantes, según Espinosa, es justamente la ausencia de identificación.

Salud, educación y apoyo financiero
El gerente del organismo Frontera, que depende directamente de la presidencia de la República, Lucas Gómez García, dijo que además de la identificación y documentación se da dará prioridad a tres campos básicos que son el acceso a la salud, al acceso a la educación y el apoyo financiero al migrante.

Este último, según Gómez García, deberá ir “más allá del asistencialismo” y lograr que “casi 2 millones de personas empiecen a ser productivas”.

Con respecto al asunto de la salud, tanto Gómez García como Espinosa insistieron en que en todo momento los migrantes habían tenido acceso al sistema sanitario, al margen de su estatus.

“La crisis de la migración venezolana será la crisis migratoria más grande del siglo XXI, superando a la crisis de la migración siria. El presidente de la República, Ivan Duque, tomó una decisión extremadamente valiente en un país como el nuestro que no es un país rico”, dijo Gómez García.

“Esperamos que en la conferencia de donantes del próximo 17 de junio encontremos un respaldo más grande a una política que ha sido extremadamente generosa”, agregó.

Con información de El Nacional

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