En los mercados municipales de la ciudad de Coro, la venta de mercancía ha sufrido una variación, debido a la falta de efectivo circulante en la calle, lo que ha provocado que los comerciantes establezcan un precio si la transacción es electrónica y otro si es en efectivo para cumplir con los proveedores.
En este caso, obligan al consumidor a “parir” para hacer rendir su presupuesto y adquirir los rubros que necesitan con el salario que percibe, mientras que los vendedores fijan el precio entre un 30% y 40% más si la operación es con punto de venta porque a ellos les exigen pago de contado y en billetes.
En el recorrido, se constató que un cartón de huevos lo venden en 370.000 bolívares con débito y en 190.000 bolívares en efectivo, lo que significa una diferencia de 185.000 bolívares y representa el 43,5% adicional.
Asimismo, ocurre con el tomate, el cual en los establecimientos comerciales se cotiza en 35.000 bolívares por kilo, pero los vendedores ambulantes lo ofrecen a 10.000 bolívares. La yuca se consigue en 18.000 bolívares con pago electrónico y en 10.000 bolívares con billetes.
Esta realidad ha ocasionado que el poder adquisitivo de los falconianos se vea debilitado frente al negocio o bachaqueo del efectivo porque tienen que pagar más por el producto, en los casos de los huevos regulados y las hortalizas producidas en estas mismas tierras.
Es por ello que compradores ya no saben qué hacer ante la mala práctica que esconde el billete y acelera la inflación. Yolanda Sánchez, pensionada y ama de casa, afirmó que los especuladores están en la narices de las autoridades competentes y estas no se abocan a solucionar el problema, sino que por el contrario en muchos casos se suman a la red de corrupción.
Por otro lado, comerciantes alegaron que establecen los precios de acuerdo con lo fijado por el proveedor porque deben considerar el margen de ganancia, aunque eso implique aumentar más de lo que pueda conseguirse a puerta de huerto, a causa de la suma de gastos operativos.
Publicado por: Nuevo Día
08-02-2018