Son poco más de las 5:00 de la tarde y la actividad languidece en los corredores comerciales de la ciudad. Además de lidiar con la falta de inventario, los altos costos para reponer la mercancía y la inseguridad, los comerciantes se han visto obligados a reajustar el horario de trabajo de la mayoría de sus empleados por el déficit de transporte público superficial que se une al colapso del servicio del Metro de Caracas.
«Después de las 6:00 de la tarde las personas tienen poco margen para movilizarse y muchos de nuestros empleados viven en Charallave, Guarenas y Vargas por lo que deben salir a las 4:00 p.m.», explica Carlos Cedeño, dueño de una zapatería en Sabana Grande.
No solo los que residen en la periferia sufren para regresar a casa. Laura Villamizar trabaja en Ciudad Universitaria y vive en la California Sur, urbanización que se queda sin transporte público pasadas las 6:00 p.m.
Miguel, un vecino de la zona, en su carro particular, asumió el vacío dejado por los transportistas y garantiza el traslado de los usuarios desde las afueras de la estación del Metro de La California hasta sus casas por una tarifa de Bs. 1000. «En el vehículo caben cuatro personas, a veces espero entre 30 a 45 minutos hasta que llega mi turno de montarme», explica Villamizar.
Elibeth Torres, manicurista, pierde a diario 45 minutos esperando el autobús que la lleva desde la avenida Baralt hasta El Valle. «Salgo del trabajo a las 5 p.m, una hora antes de mi horario habitual. Muchas veces cae la noche y yo sigo en la parada. Cuando opto por el Metro es otro drama. Entre el retraso, la aglomeración de usuarios y los malos olores, prefiero esperar la camionetica».
Luis Alberto Salazar, presidente del Comité de Usuarios del Transporte Público, propone activar un plan de contingencia integral en horas pico con unidades del Sitssa que es, a su juicio, el ente que cuenta con el músculo para enfrentar esta crisis. «El parque automotor de Sitssa es de 7.800 unidades pero están operativas 800, dónde están las otras 7 mil». Agrega que el uso de camiones para trasladar a los usuarios va en contra de la ley y pone en peligro sus vidas.
A juicio de Lismar Ramos, directora de Transporte de Baruta, hay que fortalecer la entrega de repuestos a través del programa Misión Transporte y acordar subsidios por parte del Gobierno a los transportistas.
Publicado por El Universal
07/12/2017