Luego de más de doce horas en Maiquetía, los 148 atletas que debían partir a Chile en tres vuelos chárter de Conviasa recibieron la noticia de que definitivamente no saldrían. Todavía no hay información sobre el nuevo itinerario.
Los chicos del boxeo se levantaron a las 4 am. No querían perder la oportunidad de realizar un último entrenamiento antes de emprender viaje a los Juegos Sudamericanos de la Juventud de Santiago 2017. Para los del baloncesto que se alojaban en el Poliedrito, el día comenzó a las 5:30 am, con la ilusión del que sería el primer compromiso internacional para muchos de los jugadores. Pasadas las 10 de la noche, y luego de más de 12 horas en el aeropuerto de Maiquetía, recibieron la noticia de que los vuelos chárter que debían trasladarlos no saldrían, una situación cada día más común para el deporte venezolano.
Tres Embraer de Conviasa identificados con los números 5500, 5501 y 5502 debían llevar a los 148 atletas entre 14 y 17 años, y a 70 miembros del personal de apoyo, que eran esperados en Santiago para las 7 pm, 7:30 pm y 8 pm. Cada avión cargaría en promedio 70 personas. Antes debían hacer escala en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Aunque no hay explicación oficial para la cancelación de la salida, todo parece indicar que los chárter no tienen permiso de sobrevuelo en Brasil. Otras versiones señalan que habría deudas pendientes con el aeropuerto internacional de Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra, lo que impediría concretar la escala prevista para ese terminal aéreo.
Los atletas, algunos de los cuales no pudieron evitar las lágrimas al ver cancelado el primer vuelo internacional de sus vidas, no han recibido ningún tipo de información ni sobre las más de 12 horas de espera en Maiquetía ni sobre las razones para no salir este miércoles. Solo el primer avión, en el que viajaban ciclismo, atletismo y baloncesto, había cargado equipaje, porque se creía que las salidas comenzarían cerca de las 10 pm.
Los 148 jóvenes y su personal de apoyo habían pasado inmigración desde las 10 am. Doce horas después, personal del COV y las federaciones intentaban poner orden en la caótica situación de desalojo, que incluía retiro de equipaje y material de competencia, y sello de pasaportes de “reingreso” al país del que nunca salieron.
El Ministerio de Juventud y Deporte suministraba el transporte para el regreso a Caracas, y debía garantizar la logística de hotelería y alimentación para más de 200 personas. La nueva hora de salida todavía no está clara.
“Nosotros no creemos que Conviasa vaya a comprometer los aviones con los que atiende a sus pasajeros en vuelos comerciales, para ponerlos al servicio de la delegación, de manera que pensamos que el viaje debe darse mañana (jueves) en la noche”, calculaba un federativo que pedía la reserva de su nombre.
En todo caso, el grupo se perderá el primer acto oficial previsto para la delegación en Chile, el izamiento del pabellón tricolor en el Bosque de Banderas, que se realizará a las 4 pm hora de Santiago. La ceremonia de apertura es el viernes 29, también a las 4 de la tarde.
Dependiendo del itinerario que se logre coordinar, incluso la presencia de las abanderadas Diana Ramírez y Yhonnielis Camacho de voleibol de playa, junto al resto de la delegación, estaría en duda para la inauguración. Adicionalmente, el remo debe trasladarse a Valparaíso, sede de su competencia, que se inicia el sábado.
Un largo día
Los atletas llegaron este miércoles a las 6:30 am al IND para desayunar, recibir su dotación y abordar los transportes que los llevarían a Maiquetía. La primera falla se dio con los uniformes, que nunca llegaron a La Vega, y que terminaron siendo distribuidos en el aeropuerto.
A las 10 am pasaron inmigración, pero no fue hasta la noche que el primer y único avión que llegó a ser cargado comenzó a recibir equipaje y material de competencia. Atletas y personal de apoyo pasaron el día entero tratando de encontrar rincones para descansar, entretenerse o recargar dispositivos electrónicos que los salvaran del aburrimiento.
Los tres grupos debían salir por la puerta de embarque 25, pero se encontraban regados para pasar el rato, incluso para dormir. En el aeropuerto recibieron también el almuerzo, pero pasadas las 9 pm todavía no cenaban, pues se suponía que recibirían la última comida del día durante el vuelo.
Cada cierto tiempo, los atletas del vuelo 5500 se formaban frente a la puerta, alertados por informaciones infundadas sobre un próximo abordaje. El entrenador Luis Salas, quien forma parte del personal de la Dirección General de Alto Rendimiento, fue el único funcionario de Mindeporte que estuvo todo el día tratando de dar respuestas al grupo.
El viceministro José Alejandro Terán se dejó ver un rato durante la mañana, pero luego se sumó a los esfuerzos del resto de la plana mayor del ministerio por tratar de resolver el entuerto.
Finalmente, fue pasadas las 10 de la noche que se les dijo oficialmente que no saldrían, sin dar ningún detalle adicional.
Extraoficialmente se conoció que el Comité Olímpico Venezolano había ofrecido hace tres meses costear el traslado del grupo a través de un vuelo chárter, pero se encontró con la oposición de Mindeporte, que se comprometió a cubrir tanto ese viaje como el de los Bolivarianos de Santa Marta. Ni el presidente del COV Eduardo Álvarez ni el Jefe de Misión Marcos Oviedo estuvieron disponibles para confirmar esa versión.
Fuente: El Estímulo
Fecha: 28 de septiembre de 2017