Residentes de la parte baja de la ciudad de Mérida, específicamente de La Sabana, Las Tapias y El Central, viven con constantes fallas en los servicios de agua, luz, gas y telecomunicaciones. Denuncian además que el ingreso de delincuentes a sus viviendas para robar ha aumentado.
Vivir sin agua, luz, gas doméstico ni servicios de telecomunicaciones es una lamentable realidad que se hace cada vez más cotidiana en Mérida. Residentes de sectores ubicados al sur de la ciudad, específicamente en La Sabana, Las Tapias y El Central, denuncian a El Pitazo que a las constantes fallas de los servicios básicos se suma el aumento de la delincuencia por esa zona.
Ana Guillén vive en El Central y pasó tres días sin servicio de agua esta semana, desde el domingo 4 y hasta el miércoles 7 de julio, cuando empezó a recibir el servicio, con baja presión y turbidez. «Teníamos 3 días sin agua. Llamamos a Aguas de Mérida y, según dijeron, no sabían. Estuvimos sin el servicio en El Central, La Sabana y Las Tapias. Apenas empezó a llegar a mediodía, pero es muy poquito lo que está bajando. Los días que estuvimos sin agua resolvimos gracias a unas amistades en El Carrizal que sí tenían y recogiendo de la lluvia ayer», dijo el pasado 7 de julio a El Pitazo.
Guillén también denunció que la falta de iluminación en las vías públicas del sector donde vive facilita la actuación de delincuentes que entran a robar a las casas. «Aparte del agua hemos hecho varias denuncias porque El Central está a oscuras y se están metiendo a las casas. A mi sobrina se le metieron y robaron la semana pasada. Hay muchos malandros por ahí», aseguró.
Telecomunicaciones de mal en peor
Julio Tallaferro vive en Las Tapias y Luis García en La Sabana. Entre una urbanización y otra hay unos 2,5 kilómetros de distancia. Ambas padecen desde hace años la precariedad de los servicios de telecomunicaciones, sobre todo los que presta la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv), en manos del Estado, pero también las empresas privadas.
«Tenemos más de dos años sin servicio de Cantv, ni teléfono ni ABA. Contratamos hace poco más de dos meses el internet de NetUno, pero desde hace 15 días no tenemos conexión. Llamé a la empresa y me dijeron que la causa era que las ratas se comen los cables y por eso nos quedamos sin internet. Me dijeron que en La Sabana era más grave esta situación por la gran cantidad de ratas. Alegaron que han podido resolver porque Cantv tiene que darles autorización para poder ingresar a ese cableado», explicó el afectado.
García, por su parte, depende de la conexión a un servicio de internet inalámbrico que le presta un vecino, porque tampoco tiene teléfono fijo ni ABA desde hace más de un año. Sin embargo, las constantes fallas de electricidad le impiden conectarse al internet de su vecino, porque al irse la luz, el módem se apaga. «Es infernal. Últimamente no son tanto los cortes de luz los que nos afectan, sino las fluctuaciones de voltaje. Afectan el funcionamiento de internet y dañan los equipos eléctricos», dijo el profesor universitario.
Más de un mes sin gas
En los edificios de Las Tapias, que son más de 15, el servicio de gas doméstico falla constantemente. Habitantes pasan a veces meses sin el servicio, que es compartido a través de bombonas a granel. Además de no poder cocinar, muchos de quienes residen aquí tampoco pueden bañarse con agua caliente porque tienen calentadores a gas.
«Hace 15 días caímos todos con gripe en la casa. Llegamos a pensar que era COVID-19, pero gracias a Dios no. Todo el tiempo que estuvimos enfermos nos tocó bañarnos con agua helada porque no había gas. Calentábamos agua en la cocinita eléctrica para el niño, pero lo que se puede calentar no alcanza para los adultos. Fueron días muy difíciles, porque además llovía y hacía mucho frío», dijo a El Pitazo José Contreras, habitante de esta urbanización.
Las fallas en los servicios básicos en Mérida son constantes desde hace años. Al menos desde 2009 hay racionamiento eléctrico y las fallas en la distribución de gas doméstico son constantes desde 2014. Los servicios de telecomunicaciones, de por sí difíciles por la ororafía del estado, se han visto agravados en los últimos años.
Con información de El Pitazo