Con 1,5 millones de bolívares un venezolano podía cubrir el 17 de marzo -cuando todo el país empezó a guardar cuarentena por el coronavirus- una sencilla canasta alimentaria medida por TalCual. Ahora necesita 3,8 millones de bolívares.
El aumento de precios mantiene el rumbo alcista en medio de la pandemia que ha reducido e incluso eliminado, en algunos casos, los ingresos de buena parte de la depauperada población venezolana. Con lo que costaba el kilo de carne de primera a mediados de junio (Bs. 890.000 aproximadamente), en marzo pasado se podían adquirir siete productos básicos: harina de maíz precocida, pasta, arroz, azúcar, carne, un cartón de huevos y medio kilo de caraotas negras.
Con 1,5 millones de bolívares un venezolano podía cubrir el 17 de marzo -cuando todo el país empezó a guardar cuarentena por el coronavirus- una sencilla canasta alimentaria medida por TalCual, que contiene caraotas negras, pasta larga, harina de maíz, arroz, azúcar, carne, huevos, queso blanco, pollo y tomate.
El 17 de junio se requirieron 3,84 millones de bolívares, lo que significa que el costo de 10 alimentos aumentó, en promedio, 156% en los tres primeros meses de la cuarentena impuesta por el gobierno de Nicolás Maduro para tratar de frenar la propagación del coronavirus.
En una carnicería al este de Caracas un kilo de carne de primera cuesta 890.000 bolívares y el lomito 1.100.000 bolívares. Con lo que cuesta la carne hoy en marzo se podían comprar cuatro kilos. El queso duro tiene un precio de 580.000 bolívares y el cartón de huevos 620.000 bolívares.
En el oeste de la capital, el medio cartón de huevos lo venden en 275.000 bolívares, la carne en 745.000 bolívares, el queso duro en 565.000 bolívares y el tomate entre 100.000 y 130.000 bolívares. El kilo de pollo tiene un precio de 278.000 bolívares, las caraotas negras 325.000 y la harina de maíz 224.000 bolívares.
“De acuerdo con el Banco Central de Venezuela (BCV), los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron 87,4% solo durante los primeros dos meses y medio de cuarentena”.
Expertos explican que en los precios de bienes y servicios ha impactado el incremento de los costos de producción y transporte por el aumento de los gastos en gasolina, que ante la escasez se compraba en el mercado hasta en cinco dólares el litro; como también el incremento acelerado del dólar paralelo.
Entre el 13 de marzo y el 13 de junio de 2020, el tipo de cambio paralelo aumentó de 77.559 a 204.354 bolívares, lo que significa una variación de 163%. Por su parte, la tasa oficial divulgada por el BCV, resultante de las operaciones de las mesas de cambio de la banca nacional, registró un incremento de 174% al subir de 74.081 a 203.257 bolívares.
El ente emisor informó que en abril los precios de bienes y servicios registraron una variación promedio de 27,5%, cifra muy por debajo del 80% reportada por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN).
En mayo, el BCV y la Asamblea Nacional volvieron a discrepar en las cifras. De acuerdo con el ente emisor, los precios de bienes y servicios subieron 38,6%. Pese a la regulación de precios de los 27 productos básicos más demandados de la canasta alimentaria, anunciado el 24 de abril, informó que en mayo el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 43%.
En cambio, el Parlamento informó que la inflación en mayo se desaceleró a 15,3%.
Según un estudio realizado por el recién creado Observatorio de la Canasta Alimentaria del partido opositor Primero Justicia, proyecto dirigido por los diputados y economistas José Guerra y Ángel Alvarado, Miranda, Portuguesa, Bolívar y Carabobo están entre los estados más caros para comer.
En el Distrito Capital, una canasta con carne, pollo, harina, arroz, pasta, queso, aceite y huevos, costó 18,08 dólares la primera semana de junio; mientras que en Miranda, la popular cesta Petare, salió 3,61 más caro al situarse en 21,69 dólares.
«En Venezuela tenemos precios internacionales y salarios depauperados. Esos productos comprados en tiendas populares en Estados Unidos cuestan similares a acá», afirma el diputado y economista José Guerra.
La Comisión de Finanzas del Parlamento espera una nueva aceleración de la inflación no solo por la variación del tipo de cambio, que se ha mantenido por encima de los Bs. 200.000, sino también por el incremento del precio de la gasolina, que impactará indirectamente a través del ajuste de los costos asociados al transporte de los alimentos.
De acuerdo con la Encuesta Crisis Venezuela 2020 de la Asamblea Nacional, 89,5% de la población venezolana no tiene ingresos ni ningún tipo de ahorro para sobrevivir a la cuarentena. El estudio revela que apenas 7,6% de los venezolanos tiene dinero para cubrir necesidades mínimas entre una semana y un mes, y solo 2,9% tiene para más de un mes.
La firma Ecoanalítica prevé que la aceleración de precios será mayor que la proyectada inicialmente, con una hiperinflación anual de 13.838%. Sostiene que la persistencia en las restricciones del crédito a través del encaje impediría que, aunque aún elevada, la hiperinflación local no alcance los niveles vistos en 2018.
Con información de Tal Cuál