Un kilo de tomate cuesta 17.000 bolívares, 13% más que hace una semana y ocho veces más que hace seis meses. En el segundo semestre de 2018, las cifras eran mucho más altas. Con lo que se compraba un kilo en diciembre de 2018, se pagaban 45 en julio de 2018.
La economía venezolana está pasando por un proceso hiperinflacionario, desde octubre de 2017 según la Asamblea Nacional (AN), y desde noviembre de 2017 según el Banco Central de Venezuela (BCV). El 2018 cerró con una tasa de inflación anualizada de 1.698.488%, calculó la Comisión de Finanzas de AN.
Un kilo de repollo cuesta 7.500 bolívares, si bien ha mantenido su precio estable durante cuatro semanas, vale 45 veces más de lo que costaba hace seis meses. Le sigue el kilo de berenjena, que cuesta 7.500 bolívares, 24 veces por encima del precio que marcaba hace un semestre.
Poco más de tres kilos de zanahorias se podía adquirir a mediados de enero con 3.500 bolívares, lo que hoy cuesta un kilo. Con respecto a lo que costaba hace una semana, está 25% más costoso.
Con lo que este jueves puedes comprar un kilo de calabacín, 8.000 bolívares, podías comprar seis kilos hace seis meses, la misma cantidad de remolacha que se adquirían con 4.500 bolívares. Un kilo de pimentón vale 16.000 bolívares, cuatro veces más que lo que costaba en enero.
Un kilo de vainita criolla está en 10.000 bolívares, lo que implica un aumento de 400% con respecto al precio de hace seis meses. El kilo de ají subió 133% en un semestre. Cuesta 10.500 bolívares, precio que ha mantenido por siete semanas.
Con información de Efecto Cocuyo