Mucha asistencia marcó en Caracas el primer día de clases del año escolar 2016- 2017. Algunos padres, con más esfuerzo que otros, aprovecharon esta semana que consideraron como unos días extra, según lo acostumbrado para la convocatoria oficial a clases, para dejar en las puertas de las instituciones escolares a sus hijos con los uniformes a punto, la lista de útiles lo más completa posible y en muchos casos rescatando del periodo anterior algunos materiales, el bolso y hasta los zapatos a quienes todavía les calza.

«Del uniforme solo compramos los pantalones y zapatos nuevos porque ambas cosas le quedaban muy pequeñas, pero la camisa y el bolso estaban en buen estado y los volvimos a utilizar. Cuando vaya avanzando el año le compraremos más cosas», comentó Nayda Pereira, madre de dos niños de 3er y 6to grado de educación básica en una escuela de San Martín.

Aunque el Ministerio de Educación, previo al inicio de clases, emitió dos resoluciones en las cuales eliminaba la obligatoriedad de las listas y el uniforme para empezar las actividades escolares, ni los padres, ni los docentes observaron a niños que llegaran este primer día sin los útiles o sin el uniforme requerido: «Algunos habrán llegado con la lista incompleta pero la gente hace el esfuerzo para que todos sus hijos lleguen vestidos con su uniforme», señaló una docente de una institución en El Paraíso.

A la hora de la salida, un grupo de madres que esperaban a sus hijos en la puerta de un colegio privado ubicado en La Paz comentaron que entregaron lo prioritario para empezar: cuadernos, libros, lápices y colores. La mayoría dejó por fuera la resma de papel, los materiales de aula como block, carpetas, tijeras y productos de higiene personal que también les pidieron.

«Tengo dos: uno en 4to grado y otro en bachillerato. Iré comprando poco a poco pero lo más importante es que tengan los cuadernos y los libros. Los colores están muy costosos pero los pude comprar a última hora; pero al que está en bachillerato le pidieron más libros, así que reciclamos la ropa que estaba en buen estado y que todavía le sirve porque no alcanza comprar todo nuevo, es imposible».

En la Unidad Educativa El Libertador, ubicada en Chacao, la asistencia en ambos turnos fue muy alta en comparación a los años anteriores. «Imagino que como comenzaron una semana más tarde de lo habitual eso influyó que vinieran más niños porque el primer día suele ser muy flojo», comentó uno de los porteros del turno de la tarde de la institución.

Una mamá que llegaba con sus dos niños, uno de preescolar y otro que cursa 2do grado, agregó otra hipótesis: «Creo que la gente no salió de vacaciones; por ejemplo nosotros no pudimos y lo que hicimos en vacaciones fue hacer cola para la comida, así que los niños y los papás estaban como desesperados por empezar».

La teoría fue compartida por otros padres que la escucharon. Pocos salieron de vacaciones y los que pudieron aseguran que mandaron a sus hijos a casa de familiares en el interior y por pocos días: «La mayoría de los amiguitos de mis hijos se quedaron en sus casas y terminaron el año a principios de julio. Por eso hay tantos niños: porque llevan casi tres meses en sus casas».

FUENTE: CONTRAPUNTO.COM

27 de septiembre de 2016

 

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