El retorno de los venezolanos al país, ha generado la violación de los derechos humanos de niños y niñas al tener que ser sometidos al confinamiento forzoso, según denunció, el coordinador de investigación y difusión del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos -Provea-, Marino Alvarado.

Explicó que el permanecer más de 15 días, en un Punto de Atención Social Integral ?PASI-, como escuelas o universidades, no es el ambiente adecuado para esta problación tan vulnerable.

«En estos sitios no hay agua, los baños no sirven, no hay camas ni espacios de recreación, y esto es algo que influye en el buen desarrollo de los pequeños» expresó.

En los PASI, no hay actividades de recreación afirmó Alvarado, enfatizando que deben ser implementados planes de entretenimiento para que los pequeños puedan tener una estadía cómoda durante su instancia en los albergues.

Sin atención médica

A esto se suma la precariedad en atención médica, pues indicó que el personal que evalúa a los connacionales no son especialistas, recordando que los infantes deben ser valorados por pediatras.

Solo sería un personal de enfermería, el que estaría acudiendo a los PASI, para evaluar la situación de los migrantes.

Documentación

Alvarado mencionó que ante la llegada de decenas de niños apátridas, el Gobierno debe establecer mecanismos que permitan que sus padres puedan gestionar su nacionalidad.

«Es necesario una identificación para aquellos pequeños que han nacido fuera de territorio venezolano, especialmente para aquellos que tienen una edad menor a siete años» apuntó.

Sin higiene

La directora de FundaRedes, Clara Ramírez, calificó como lamentable la situación de los hijos de padres venezolanos, pues muchos sufren los estragos de volver al país, en medio de una crisis que se ha agudizado con el correr de los años.

Denunció que las personas que se encuentran en los PASI, no les suministran kits de higiene personal, por lo cual «hay niños que pasan hasta dos días con el pañal sucio, que no acceden a las fórmulas lácteas, otros vienen con estado de desnutrición y esta situación lo que hace es incrementarlo».

La violencia también se haría presente, pues Ramírez advierte que la permanencia de niñas y niños en estos sitios, podría generar el abuso por parte de un adulto, al tener que compartir ciertos espacios con personas desconocidas.

«Ellos están expuestos a a un gran cantidad de riesgos pues no hay la supervisión por parte de adulto las 24 horas del día» aseveró la directora de FundaRedes, señalando que muchos retornan al país sin sus padres, y cuando lo hacen, regresan en compañía de una abuela u otro familiar.

Con información de La Prensa de Táchira

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