La consulta popular realizada el 16 de julio fue un proceso efectivo que evidenció la fuerza social que impulsa el cambio en el país. Los politólogos John Magdaleno y Luis Salamanca, y el encuestador Félix Seijas Rodríguez coinciden en calificar la actividad como exitosa, porque permitió consolidar la protesta iniciada en el país en abril, con una participación significativa, pese a que la convocatoria no incluyó la elección para cargos de representación popular ni el atractivo que encarnan los comicios presidenciales.
1. Tiempo. Los analistas reconocieron el éxito de un proceso que se organizó en 13 días y sin la infraestructura comicial. John Madgaleno recordó que la elección parlamentaria se convocó en junio y se realizó en diciembre de 2015. “La consulta popular es inédita en el mundo. La elección presidencial de 2013 se organizó con un poco más de 30 días y con toda la infraestructura comicial”, dijo Salamanca.
2. Sociedad Civil. El peso del proceso, convocado por la Asamblea Nacional, recayó sobre la sociedad civil. Félix Seijas Rodríguez cree que el impulso social es histórico: “La gente se movilizó para que la consulta funcionara y ejerció su derecho a la protesta, a la rebelión pacífica. En el exterior los resultados sobrepasaron hasta la logística de los organizadores”.
Magdaleno: “Se mostró el músculo social detrás del cambio político; esto requiere de mayor estrategia y disciplina. Pero es relevante para el avance. La participación social es significativa para garantizar que los procesos de transición del autoritarismo a la democracia no terminen en manos de los militares”.
Salamanca señaló que la sociedad civil fijo posición claramente sobre su rechazo a la constituyente: “Esta consulta fue el referéndum consultivo que Maduro no quiere hacer”.
3. Sin campaña. Conatel censuró las campañas informativas, hubo poco tiempo para informar sobre el proceso y básicamente la consulta se promovió en las redes sociales. Salamanca recordó que hay 40% de la población que no tiene acceso a las redes y que “Conatel arrojó más oscuridad sobre la hegemonía comunicacional. Hubo un desierto comunicacional”.
Seijas refirió que un estudio realizado el jueves 13 de julio reveló que 10% de la población no tenía información sobre los alcances de la consulta, especialmente en el interior y en los estratos D y E.
4. Participación. Los analistas señalan que quedó claro cómo el oficialismo ha perdido bastiones importantes como el oeste capitalino. “Desde 2015, el oficialismo ha perdido fuerza en Caracas. En las parlamentarias solo sacó un diputado y por lista. Aquí la gente participó, pese a las amenazas”, dijo Salamanca. Añadió que la intervención registrada indica cómo sería la expresión opositora en un proceso de elecciones.
John Magdaleno indicó que los resultados de la consulta, aunque no fue un proceso tradicional, son cercanos numéricamente a los de la elección parlamentaria de 2015. Sin embargo, hay una diferencia clara: en el proceso del 6 de diciembre, organizado por el CNE, hubo 14.515 centros de votación, y 40.601 mesas. El domingo se desplegaron 2.023 puntos soberanos en el país, 536 en el exterior, y aproximadamente 15.000 mesas.
“Sobre un cálculo del Registro Electoral, que no está actualizado, de20.371.752 electores y tomando como referencia la abstención de 30% en los referéndum realizados en el país, la manifestación de voluntades en la consulta representa 50,9% del electorado”, dijo.
Seijas considera importante la participación de 7.600.000 venezolanos en la consulta del 16 de julio. Afirmó que en ningún proceso electoral han votado 15 millones de personas. Sobre esa base hay que descontar entre 25% y 30% de los oficialistas que no participaron en la consulta. Nos quedamos con 11 millones, a esto se le restan los funcionarios que tuvieron temor de ir o quienes no acudieron a la consulta por temor a su integridad física o porque pensaron que su participación no era necesaria”.
5. Base electoral. Salamanca y Magdaleno creen que la capitalización de los resultados obtenidos se medirá progresivamente.
Salamanca señaló: “La democracia está suspendida a causa de Maduro y se envió un mensaje claro al mundo sobre el rumbo que los ciudadanos esperan, como la posición que debe asumir la Fuerza Armada”.
Magdaleno indicó que más allá de la protesta diaria, la oposición debe entender: “Los esfuerzos deben dirigirse a construir una base gigantesca para el activismo político y crear incentivos para conformar una coalición sociopolítica más heterogénea con el chavismo descontento y con aquellos que han pensado en retirarse. Debe haber incentivos para el cambio que se busca”.
Fuente: El Nacional
FEcha: 18 de julio de 2017