El director fundador de la ONG Convite, Luís Francisco Cabezas destacó que la población de adultos mayores en Venezuela va en aumento y resaltó su difícil situación.
Venezuela es un país que comenzó a envejecer, proceso que ya venía en marcha. “Somos un país en plena transición demográfica y se debe a dos variables, una es la fecundidad que hace 50 años rondaba 5,3%,es decir, cada hogar promedio podía tener 5,3 nietos, eso bajó y la fecundidad está a nivel de reemplazo en 2,3%”, aseguró.
En entrevista con nuestro director, Juan Ernesto Páez-Pumar en un IG Live por @2001on line, Cabezas indicó que la expectativa de vida es otra variable que aumentó e incide en el incremento de la población de adultos mayores.
“Venezuela aumentó su expectativa de vida en los últimos años de manera importante, en las mujeres alrededor de 78 años y en los hombres 72 años. Iniciamos un proceso de transición demográfica y el Estado venezolano pareciera no estar atento a sus implicaciones desde el punto de vista económico y de seguridad social”, aseveró.
Detalló que el país va a un proceso en el que cada vez los adultos mayores serán más numerosos. Lo que supone una seguridad social más costosa y habrá menos población joven que financie el sistema de seguridad social.
Comentó que “tenemos el sistema de seguridad social en el que los activos de alguna manera sostienen a los parados. Nuestro bono demográfico ya prácticamente la revolución se lo comió, lo malgastó”.
El bono demográfico es esa “ventana de oportunidad que ofrecía tener la mayor cantidad que más nunca en la vida podremos tener, de población económicamente activa”, afirmó.
Explicó que ese enorme número de población se desaprovechó y lo mejor que el Gobierno les puede ofrecer es Chamba Juvenil. “Ese bono demográfico que se desaprovechó envejecerá, los que hoy son mayores lo pasan mal pero peor aún lo pasarán los vienen atrás”.
Explicó que las personas son en su vejez lo que logran capitalizar durante su etapa laboral, si ésta es frágil la vejez lo será más porque no capitalizó activos importantes como un seguro de vida, una casa. Agregó que el deterioro físico es natural, algunos llegarán en peores condiciones que otros y a eso se le suma la mala alimentación de muchas personas en esta generación.
“La mayor evidencia de que el Estado no tiene ningún interés en la Seguridad Social es que Venezuela no está suscrita a la Convención Interamericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. La pensión es $0,60, ni un cartón de huevos pueden comprar los pensionados”, precisó.
Acotó que la economía del país vive un proceso de reinvención donde “cada quien vende algo o mata un tigre, los adultos mayores no tienen esas posibilidades, dependen exclusivamente de la pensión y los bonos que da el Gobierno que sumados no llegan a $3 mensuales”.
Remesas
Es frecuente que los adultos mayores reciban remesas o cajas con medicamentos. Cabezas indicó que “en Convite vimos que el flujo de las remesas se redujo significativamente, es comprensible porque los migrantes venezolanos que van a otros países por lo general desempeñan oficios informales”.
“Esos migrantes fueron impactados por la situación COVID-19, no lo pasan bien y probablemente ya no tienen la capacidad de enviar los $100 que mensualmente enviaban”, afirmó.
Comentó que esos $100 hoy no compran lo mismo que hace dos años producto de las distorsiones de una economía con una dolarización de facto, donde los comerciantes parecieran no tener claro el proceso de revalorización y reposición de inventario en función de esa inflación en dólares. La mayoría de las veces hay un proceso especulativo.
Enfatizó que “no hay claridad en ese proceso de dolarización de facto que vivimos y eso impacta sobre todo a las medicinas”.
Destacó que “la escasez de medicamentos cambió a partir de que el Gobierno flexibilizó los controles para importación de medicinas por Gaceta Oficial en 2019. Que actualmente el alto costo sea el problema, es otra cosa, pero ya no es la escasez”.
Aclaró que actualmente hay medicinas y que el último índice de escasez de la ONG Convite se ubicó en 42%. “La gran traba es el alto costo, en algunas ocasiones son los controles internos los que obstaculizan un mejor flujo de bienes y servicios”.
Patologías
Las patologías de mayor riesgo en Venezuela según Cabezas son las enfermedades cardiovasculares, las crónicas como cáncer y las que requieren diálisis.
Al hablar de las patologías crónicas en Venezuela destacó las enfermedades crónicas donde “el cáncer tiene especial atención porque no espera, avanza y las personas tienen mayores dificultades por los altos costos que puede tener. Un medicamento puede estar alrededor de $400 mensuales para poder llevar adelante el tratamiento”.
En segundo lugar señaló que la principal causa de muerte de los venezolanos es la condición cardiovascular, “eso va asociado a la hipertensión arterial y toda una serie de padecimientos. Muchas personas mueren de un fulminante infarto al miocardio, y muchas veces el infarto no es la causa sino la consecuencia de no tomarse la medicina”.
Comentó que el Losartán para 30 días cuesta Bs 7 millones 800 mil, una persona con una pensión de Bs 1 millón 200 mil no lo puede costear y lo abandona.
“En las personas que requieren ser dializadas el riesgo está asociado al precario funcionamiento de las unidades de diálisis, incluso algunas adquieren bacterias en las unidades al ser dializadas por el poco mantenimiento”, dijo.
Con información de 2001