Reynaldo Diaz, secretario general del Sindicato de Trabajadores Eléctricos del Distrito Capital, Miranda y Vargas pidió un salario digno. “Ganamos para un cartón de huevos”. Explicó que hay profesionales con 30 años de experiencia que en la actualidad ganan cerca de tres salarios mínimos, lo que a su juicio difícilmente le rinde para la merienda de sus hijos.

La lista de exigencias señala que los trabajadores necesitan tickets de alimentación, HCM, y bonos extras para poder mantenerse estables. Aunado a esto, destacó que requieren uniformes e implementos para evitar accidentes “Hemos tenido compañeros que han sufrido graves quemaduras. A otro le cortaron una pierna porque en una cloaca se pinchó con un metal y se le gangrenó la pierna”, denunció.

La indignación de los trabajadores presentes en la protesta es cada día peor. Sienten que ser “bachaquero” (persona que comercia con comida a precios de contrabando) es más rentable que pasar años en salones de clases y una vida en empresas de prestigio, para que alguien que vende harina de maíz precocida gane más. “Es un esfuerzo mal retribuido lo que vivimos en Corpoelec”, acotó.

Debido a los malos pagos en la estatal, en los últimos 12 meses han desertado 17 mil empleados, lo que repercute en el desempeño de las funciones. “Quieren que profesionales sin experiencia operen maquinas para los que no están entrenados, por eso hay tantos apagones, por la inexperiencia e ineptitud”.

El sindicalista determinó que la capacidad operativa de las plantas eléctricas no supera el 30% en todo el territorio nacional. La obsolesencia en las plantas es otro problema, reflejo de la falta de inversiones en el que 565 transformadores eléctricos ubicados en ciudades grandes se encuentran con una vida útil vencida que da pie a más fallas.

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