Hoy comienza a aplicarse en el país el llamado plan de administración de carga que anunció el jueves el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, y que no es otra cosa que un racionamiento que se hará por cuatro horas diarias, entre las 12 de la madrugada y las 8 de la noche, y que tendrá una extensión de 40 días.
El titular de la cartera eléctrica explicó que el plan tiene como fin preservar el agua que queda en el embalse del Guri, que ha descendido por “la fuerte sequía por el fenómeno climático El Niño”. Aseguró que el jueves el nivel de la represa era de 242,07 metros sobre el nivel del mar, a apenas 2,07 metros por encima de la cota 240 que se considera como la zona de colapso.
Sin embargo, especialistas en el área insistieron en que aun con sequía, el sistema eléctrico nacional puede operar sin necesidad de racionarles la luz a los usuarios, porque está integrado no solo por plantas de generación hidrológicas, sino también por plantas de generación térmica, que funcionan con hidrocarburos.
“Las autoridades sabían de El Niño con anterioridad. Desde finales de agosto de 2015 se venían registrando mínimos históricos diarios en el embalse de Guri y a pesar de eso no se aumentó la generación del parque térmico. Ahí estuvo la falla”, explicó el ingeniero Miguel Lara, ex director de la Oficina de Planificación de Sistemas Interconectados.
Otro especialista en el área que trabajó en Corpoelec, pero que prefirió no ser identificado, coincidió con Lara en que los cortes programados se deben a la incapacidad de aumentar la generación térmica. Detalló que en el país hay instalados alrededor de 18.000 megavatios en plantas termoeléctricas, de los cuales, según el ministro Motta Domínguez, solo están disponibles 7.000 megavatios.
“Lo que nos dice el ministro es que hay una indisponibilidad en el parque termoeléctrico de 60%, cuando el nivel aceptable es de apenas 20%. Lo que deben explicar es por qué esas plantas están generando tan poco, a pesar de que se aprobaron los recursos para compra de nuevos equipos y para mantenimiento”, afirmó.
Inversión sin frutos. Datos recogidos por el ingeniero José Aguilar, consultor internacional en energía eléctrica, respaldan lo señalado por la fuente anónima de que la situación del parque termoeléctrico no se debe a la falta de inversión. El especialista explicó recientemente que solo en los últimos 6 años el Ejecutivo aprobó 60 millardos de dólares para el sistema eléctrico nacional, de los cuales 40 millardos iban para el sector termoeléctrico.
Además, el gobierno sabía al menos desde 2014 que se habían hecho inversiones en equipos que no estaban generando megavatios y, sin embargo, no los puso a funcionar. En un punto de cuenta que envió ese año el entonces ministro Jesse Chacón al presidente Nicolás Maduro se reconocía que de 17 turbinas adquiridas por el Estado desde 2010, 12 estaban inoperativas.
LA CIFRA
15.500 megavatios es la demanda promedio de electricidad del país, según el ministro Luis Motta Domínguez.