El desorden en que se registran los apagones dejan a diario a los pacientes renales que asisten a hemodiálisis a media sesión, pues no existe horario ni cronograma que les permita organizar las horas en que se dializan para garantizarles la culminación de sus tratamientos. Los apagones los sorprenden y quedan a la expectativa de qué harán.

“Cada día es lo mismo, nos quedamos pegados a las máquinas sin que se haya limpiado nuestro organismo de las toxinas. Llegamos puntual, haciendo esfuerzos sobrehumano, luchando contra la gasolina, con las fallas de transporte público; sin embargo, nuestro esfuerzo no vale de nada porque siempre nos pasa que estamos conectados a la máquina o esperando nuestro turno y se va la luz, perdemos el sacrificio y horas de vida por eso”, relató Ana Santana, paciente renal.

A la unidad de diálisis Los Andes asisten semanalmente 70 pacientes quienes todos los días viven a la expectativa de a qué hora se irá la luz, si podrán o no tener su sesión completa y de si en esa oportunidad no perderán el viaje ni los insumos utilizados para la diálisis.

A diario, cuando se va la luz, lo primero que hacen es llamar a Protección Civil para pedirles prestada una planta eléctrica, debido a que es el único ente que tiene un aparato capaz de dar energía a todas las máquinas, pero aunque tienen esa opción, también genera problemas o retrasos en los turnos.

“Amablemente Protección Civil nos presta su planta, que es especial porque es trifásica y es la que necesitamos, pero entonces pasa que ellos la traen, pero el técnico que la sabe encender y poner en marcha tarda un poco y eso retrasa una o dos horas los turnos. Si hay un apagón general la llevan a la primera unidad de diálisis que llame a pedirla, porque ninguna tiene planta eléctrica. Entonces aunque hay una, no siempre es posible usarla”, indicó Luz Marina Martínez, esposa de un paciente renal.

En la unidad de diálisis de San Cristóbal estudian la posibilidad de comprar una planta eléctrica, pero para ello deben disponer de 25.000 dólares, pues debido al tamaño y las cualidades no pueden ser de las comunes utilizadas en hogares o comercios.

Con información de El Pitazo.

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