Ni el continuo incremento del salario mínimo y del bono de alimentación ha podido garantizar la adquisición de los alimentos a nivel nacional.

En enero de 2016, en Venezuela, a costo regulado, se podía comprar con Bs 922,57 un kilo de harina de maíz precocida (Bs 19 costo oficial), uno de arroz (Bs 26) otro de azúcar (Bs 26,57), de pasta (Bs 15), de carne (Bs 250), de pollo (Bs 65), un litro de aceite de maíz (Bs 101) y un cartón de huevos de 30 unidades (Bs 420), pero actualmente se necesitan más de Bs 6 mil 400 para adquirir esta lista, lo que representa un alza de 600,54%.

Hace un año, el sueldo mínimo estaba en Bs 9 mil 648 y actualmente se ubica en Bs 40 mil 638, con el incremento anunciado por Nicolás Maduro hace unos días. Sin embargo, este monto resulta insuficiente, pues la inflación ha disminuido el poder adquisitivo de los venezolanos.

Quienes ganaban esa cantidad a principios de 2016 necesitaban tres días de salario para completar el monto con el que podían llevarse los ocho artículos de la canasta alimentaria.

Actualmente deben contar con poco más de cinco días de trabajo para poder adquirir los rubros a precio regulado.

Mercado libre

Para las personas que acuden al mercado libre o compran rubros importados, la realidad es otra, debido a que los comercios o personas que los expenden no cuentan con subsidio del Gobierno. Además los revendedores se aprovechan de la escasez para duplicar y hasta triplicar el valor de los productos.

En enero de 2016, apenas se requerían Bs 6 mil 200 para comprar esos ocho artículos a los llamados “bachaqueros”, pero actualmente se necesitan Bs 36 mil 500.

Cuando se inició 2016, un kilo de harina de maíz precocida se conseguía en Bs 450, ahora no baja de Bs 3 mil 500, incremento que se traduce en 677%.

En el mismo lapso el kilo de azúcar refinada pasó de Bs 400 a Bs 4 mil 500 lo que representa 1.025% de aumento.

El del pollo sufrió un ajuste de 373% en ese período, al pasar de Bs 950 a Bs 4 mil 500. La carne de res (cortes de primera) subió 221%, al ser llevado de Bs 1.400 a Bs 6 mil 500.

El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) aseveró en octubre que el precio de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), compuesta por 58 productos, se ubicó en 429 mil 626 bolívares, para cubrir este monto hay que devengar poco más de 10 salarios mínimos.

Francisco García, quien labora como albañil en una obra en Barcelona, mencionó que gana Bs 17 mil semanales y casi 80% de ese monto se le va en comprar la comida (para cinco días), y en el pasaje. El resto es para atender los otros gastos de su casa.

Situación similar vive Claudia Martínez, secretaria de un consultorio médico en Puerto La Cruz. Dijo que gana sueldo mínimo (Bs 40 mil 638) más cestaticket (Bs 63 mil 720).

“Con lo que me pagan en la tarjeta de alimentación me ayudo, pero algunas veces no puedo hacer colas para rendir la plata y no me alcanza para comprar vegetales”.

Milagros Villafane, presidenta del Movimiento de Consumidores en el estado Anzoátegui, aseguró que en los últimos sondeos que han realizado en las comunidades de la entidad, han comprobado que los ciudadanos logran comprar con su sueldo de dos a tres artículos semanales y después hacen intercambios por otros alimentos con los vecinos.

“Pocos tienen el privilegio de adquirir un kilo de azúcar y uno de harina de maíz en una semana. La mayoría debe elegir cuál de los dos llevará”.

Con información de: La Patilla

Fecha: 16 de enero de 2017

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