El domingo 19 de febrero de 2017, el Presidente Maduro anunció que a partir del 1 de marzo de 2017 entrará en vigencia un aumento de 69,5% de la Unidad Tributaria (U.T.), que la llevaría de BsF 177 a BsF 300.

El aumento de la U.T. es el más alto de la gestión de Maduro. Desde 1998 los aumentos de la U.T. no habían superado el 40%. Durante la gestión de Maduro, los aumentos habían promediado 18%. Iniciando su presidencia en abril de 2013, la U.T. era de BsF 107. En febrero de 2014 aumentó 18,7% (pasando a BsF 127), en febrero de 2015 aumentó 18,1% (pasando a BsF 150) y en febrero de 2016 aumentó 18,0% (llegando a BsF 177). El aumento de 69,5% que entrará en vigencia a partir de marzo es el más alto registrado en su gestión.

Sin embargo, este aumento está lejos de la inflación estimada. En general la U.T. debería variar a un ritmo similar al de la inflación, de manera que se mantengan en términos reales los ingresos del Estado por los servicios que presta (como por ejemplo, emitir documentos), y se mantenga la progresividad en algunos impuestos (evitando por ejemplo que un trabajador con salario mínimo cancele altas tasas de impuesto sobre la renta). No obstante, si desde 2013 los ajustes a la U.T. hubiesen correspondido exactamente a la inflación, la U.T. de 2017 podría haber estado cerca de BsF 6.000 (ver tabla 1). En un contexto de inflación acelerada y contracción económica, aumentar la U.T. al ritmo de la inflación puede hacer inasequible para muchos ciudadanos el pago por algunos servicios del Estado, o puede hacer inviable para los empleadores del sector público y privado cancelar beneficios laborales calculados con base en la U.T., como el bono de alimentación. En la gestión de Maduro todos los ajustes a la U.T. han estado por debajo de la inflación. El aumento actual está sustancialmente por debajo de la inflación que se estima se registró en 2016 (entre 650% y 750%).

¿Qué impactos directos tendrá el aumento de la U.T.?

Aumentarán los costos de los trámites administrativos cuyas tasas están atadas a la U.T.; por ejemplo, el costo de emisión del pasaporte. Además, con el aumento de la U.T. aumenta el valor del bono de alimentación -hoy denominado Cestaticket socialista- que el empleador debe pagar a sus empleados cada mes. Con aumentos de la U.T. muy por debajo de la inflación y de los sueldos, cada vez más personas quedarían sujetas al pago del Impuesto sobre la Renta (ISLR).

¿A cuánto llegará el Cestaticket Socialista en marzo de 2017?

Con la U.T. de BsF 300, el bono de alimentación llega a BsF 108.000, lo que implica un promedio de BsF 4.900 que se pudieran gastar en una comida en cada uno de sus 22 jornadas de trabajo al mes. Sin embargo, la alta inflación lleva a muchos a usar el bono de alimentación para cubrir gastos de alimentación del hogar. Esta situación se seguirá profundizando, ya que el bono de alimentación representa una proporción cada vez mayor del llamado ingreso mensual integral (IMI): en abril 2013 el salario mínimo representaba 63% del IMI y el bono de alimentación 37%; en octubre de 2015, el salario mínimo representaba 75% del IMI y el bono de alimentación 25%; a marzo de 2017, el salario mínimo representa 27% del IMI y el bono de alimentación 73%.

Fuente: ODH

Fecha: 20 de febrero de 2017

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