El criminólogo Fermín Mármol García destacó que la incorporación del Plan de Seguridad número 26 ha servido para aprehender a aquellos ciudadanos que el gobierno considera una amenaza política. “En otras naciones esta figura se utiliza para que estos grupos suministren información sobre las organizaciones que atentan contra la seguridad ciudadana, pero en Venezuela las utilizan para fines políticos. El Sebin solo ha participado en aprehender a disidentes”, dijo.
Criticó que durante el anuncio hecho por el Ejecutivo nacional del nuevo plan no se mencionó la actuación del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas, a pesar de que es el único ente encargado de la averiguación y esclarecimiento de casos de robo y hurto de vehículos, homicidios y secuestros en el país. “Este cuerpo de seguridad tiene un déficit de personal de 300%, lo cual ha repercutido en el incremento de la impunidad. Este organismo debería tener un papel protagónico en materia de seguridad ciudadana, en lugar del Sebin”.
Según Mármol García, en el plan también se dejó de lado el desarme para rescatar los espacios territoriales dominados por la violencia. “No se tomó en cuenta otro elemento que a juicio de Maduro contribuiría a hacerle frente a los retardos procesales que fomentan la impunidad, como la sustitución de jueces provisorios, por titulares, a través de concursos de credenciales”.
Otro asunto que no forma parte de las seis líneas de acción del nuevo Plan de Seguridad, a juicio del criminólogo, son los niños en situación de abandono. “Este punto debe ser tomado en cuenta por los representantes del gobierno, a través de políticas que permitan atender a este segmento de la población que es una fábrica de futuros delincuentes que además promueve la gestación de otros problemas sociales como el resentimiento, embarazo precoz, entre otros”.
Silenciador
Para el sociólogo Roberto Briceño, director del Observatorio Venezolano de Violencia, el propósito de este plan es controlar la disidencia, la protesta popular. Está orientado a menoscabar el malestar de la población por la crisis económica y social. “La incorporación del Sebin, como organismo de inteligencia, no está fundamentado en vigilar el comportamiento delictivo y atacarlo. El refuerzo de los cuadrantes y las OLP que ahora tienen otro nombre, OLHP, son un refrito de anteriores planes para reducir el delito. “El hecho de que las OLP ahora se llamen Operativo de Liberación y Humanización, no implica que será un éxito y que cambie su concepción militar de guerra”.
Fuente: El Nacional
Fecha: 19 de enero de 2017