Las enfermedades crónicas (no transmisibles) asociadas a la nutrición se han convertido en un problema de salud pública en el mundo y en Venezuela, frente a la situación actual de escasez de alimentos y altos precios de rubros fundamentales, son vistas con preocupación por médicos, nutricionistas e investigadores por los cuadros que pueden presentarse a futuro.
La advertencia fue realizada a través de un informe elaborado por el Observatorio Venezolano de Salud (OVS), quienes indican que de mantenerse las actuales condiciones en materia alimentaria, incrementarían a mediano y largo plazo los enfermos de diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular e inclusive de cáncer.
“Esta generación de venezolanos que está pasando esta situación de escasez seguramente se va a enfermar más que sus generaciones anteriores y eso, en 30 ó 40 años, va a afectar mucho la salud pública del país. Incluso se está viendo si podremos llegar a tener una generación que muera antes que los padres, producto de todo este desequilibrio en la salud del venezolano”, señala Pablo Hernández, nutricionista-dietista e investigador del OVS quien además sostiene que esto implicará un elevado costo en salud tanto para las familias como para el Estado.
Advierte que tener una dieta como la actual, rica en carbohidratos que en el cuerpo se transforman en azúcares, es riesgosa en el caso del cáncer pues las células malignas se nutren y se multiplican con estos.
Además recuerda la asociación existente entre las dietas ricas en grasas con el desarrollo de cáncer de páncreas, intestino, colon o de vías digestivas en general, así como el tabaco incide en el cáncer de pulmón, el alcohol en el cáncer de hígado y el alto consumo de derivados industriales de la carne en el cáncer de esófago, vías digestivas, mama y próstata.
“Las dietas basadas mayoritariamente en carbohidratos no ayudan al control del azúcar en sangre y eso no es bueno para las personas con diabetes. Actualmente vemos que el venezolano está consumiendo en altas cantidades el mango, la yuca y el plátano porque son los que se consiguen a precios más o menos razonables, pero son altos en azúcares y representan un gran aporte de carbohidratos para el cuerpo, que al no poder ser metabolizados tienden a incrementar el riesgo de sobrepeso, obesidad y diabetes”, precisa el investigador.
Finalmente indica que otro riesgo son las dietas altas en sodio (sal), además presentes en guisos y sopas de sobre, que inciden directamente en el aumento de la presión arterial y cuadros hipertensivos.
“El consumo de frutas y vegetales disminuye de manera importante el riesgo de sufrir las enfermedades crónicas mencionadas, pero sabemos que actualmente es difícil. Sin embargo no son tan costosas como las proteínas y pueden servir para rendir la alimentación, para hacer preparaciones donde se incluyan vegetales y así, por ejemplo, puedas rendir la harina de maíz con zanahoria rallada, calabacín rallado, o se preparen vegetales salteados para ampliar el plato de comida”, recomienda.
FUENTE: EL IMPULSO