La ONG Transparencia Venezuela reconoce que los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro son responsable de la grave crisis alimentaria que agobia a Venezuela, en un informe publicado este viernes 16 de noviembre, en el que detallan la situación de 42 empresas del Estado arropadas por la corrupción, entre ellas Agropatria, la hidroeléctrica Tocoma y Pdvsa.

En este informe, se detalla sobre el desempeño de 576 empresas estatales, con especial énfasis en 160 de las áreas de minería, hidrocarburos, servicios públicos y agroalimentario, se analizan sus reglas, resultados financieros, responsables de gestión y casos de corrupción que se han denunciado públicamente.

“La materia prima agrícola y los alimentos, en los últimos diecinueve años, han sido manejados como instrumentos de dominación y proselitismo político de la clase gobernante”,  dice el documento

En el caso del sector agroalimentario se destaca el caso de la empresa española Agroisleña, expropiada en 2010 y bautizada por Chávez como Agropatria y que hasta ese momento prestaba servicios a los productores agropecuarios a quienes vendía materia prima, equipos, fertilizantes y ofrecía asistencia técnica.

“Ocho años después de creada Agropatria, ente adscrito al Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras, muestra una marcada involución caracterizada por: convertirse en un monopolio de agroinsumos producto de la negación de divisas y la no cancelación de la deuda a las empresas de la misma rama”, resalta el documento.

Asimismo, en el informe se indica que debido a la caída en sus funciones, la empresa ahora convertida en Agropatria ha “desabastecido” y “abandonado” los sectores agrícolas que tienen que ver con hortalizas, raíces tubérculos, frutales y medicina veterinaria, entre otros.

Además señalan que Agropatria “condiciona la venta de insumos (materiales) a la entrega de parte de la cosecha de los agricultores y sus asociaciones a sus silos”. Los agrigultores se quejan por “inefectivos” y por precios “especulativos” de los productos que venden en la empresa estatal.

El informe publicado también toca situación de la empresa estatal Agrofanb, creada en 2013 “con el objetivo de producir alimentos para los distintos componentes que conforman la Fuerzas Armadas”.

Los programas de Agrofanb, dice el reporte de la ONG, “compiten ventajosamente con las asociaciones de productores de arraigo y tradición en el sector

Corpoelec y Pdvsa

Casos de la Corporación eléctrica del país (Corpoelec) y Pdvsa también fueron expuestas en el informe. Resalta la Hidroeléctrica Tocoma, cuyo costo de construcción se ha triplicado y debió inaugurarse en 2014. Esta obra estima la instalación de 2,160 MW para producir una energía promedio anual de 12,100 GWh.

“Su costo inicial fue de 3.061 MM$ (millones de dólares), financiados parcialmente por el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID)” y los trabajos se iniciaron en 2005.

La ONG igual indican que en el financiamiento de esta obra han intervenido, no solo el BID, sino también el Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, el Fondo Conjunto Chino Venezolano (FCCV) y la propia Corpoelec.

Este caso lo destacan no sólo por ser el de mayor monto, sino porque el monto invertido es más del triple del previsto  “sólo uno de los diez conjuntos de turbina-generador ha sido instalado”, según el documento.

Se indica en el informe que las organizaciones Industrias Metalúrgicas IMPSA “como suministradora de los equipos electromecánicos (turbinas y generadores)” y “al consorcio Odebretch–Impregilo–Vincler (OIV) como responsable de las obras civiles”

Transparencia Venezuela admite que “determinar el monto del daño producido a la Nación en este proyecto exige una investigación más al detalle, no sólo de la documentación que justifica los sobreprecios habidos, sino los costos que implicará completar la obra, si es que esto es todavía posible.”

En cuanto a Pdvsa recogen que La pésima gestión, la politización y la corrupción son las principales causas del sostenido desplome del bombeo de la estatal petrolera venezolana.

El extenso documento indica que la caída de la producción en Pdvsa inició en 1999 “con la llegada al Gobierno” del fallecido presidente Hugo Chávez, mientras que añade que el bombeo experimentó una “intensificación” en su desplome desde 2013, cuando Nicolás Maduro ascendió a la presidencia.

Los Gobiernos chavistas han impuesto a Pdvsa una “excesiva carga fiscal” para financiar gastos sociales, lo que ha impedido a la estatal realizar “inversiones y mantenimiento” a su infraestructura de explotación y transporte de crudo, dice el documento

Además, en la estatal han ocurrido otros hechos de corrupción relacionados con el desvío de recursos, el pago de sobornos y la compra de materiales con sobreprecios.

“La corrupción constituye una de las causas más importantes de la insuficiencia de recursos para inversión que ha tenido Pdvsa durante los últimos tiempos. Los volúmenes sustraídos, mediante distintas modalidades, son escandalosos”, asegura Transparencia Venezuela.

La Fiscalía venezolana ha abierto investigaciones contra casi 100 altos cargos de la estatal, incluidos sus últimos dos expresidentes, Eulogio del Pino y Rafael Ramírez, quien fuera presidente de Pdvsa entre 2004 y 2013.

Durante la presentación del informe, la investigadora Mercedes de Freitas indicó que las cifras de corrupción en la estatal “son extraordinarias y no ocurren en otros países”, y alertó sobre “la presencia voraz” de la Fuerza Armada en el negocio petrolero.

De acuerdo a datos divulgados por la Opep en días pasados, la producción de Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, se situó durante octubre en 1,17 millones de barriles diarios, un nivel que es 39 % inferior al promediado en todo 2017.

Este bombeo es, además, el más bajo de Venezuela en las últimas tres décadas, con la excepción de la radical caída durante la huelga petrolera de 2002 y 2003.

Maduro ha dicho que espera levantar el bombeo en el lapso de un año gracias a un plan de “recuperación” que puso en marcha en la estatal, y que en ese tiempo deben cumplirse metas como “un millón de barriles para China”.

Pero el informe de Transparencia Venezuela señala que “más que una caída coyuntural de la producción petrolera, durante los últimos cinco años ha ocurrido una destrucción de la capacidad productiva de la industria”.

Con información de El Estimulo

 

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