En constante degradación social y económica viven los venezolanos, debido a que el país ha sido sometido a una economía artificial, donde no se han logrado reactivar las bases de producción perjudicando con mayor fuerza a los sectores vulnerables de la población. Así lo asegura la politólogo, Marisol Bustamante, quien precisa que en los últimos meses en Venezuela se ha registrado un aumento de la pobreza, además de las desigualdades en materia de acceso a servicios públicos, lo que a su vez lleve a un incremento en las tasas de migración.
Lorena Rojas | La Prensa de Lara
La politólogo y además defensora de los derechos humanos, explica que el país ha ido en una degradación progresiva en tres aspectos: en lo social, económico y político.
«En lo político, porque el desmantelamiento de las instituciones llevó a la crisis, en lo económico porque todas las medidas que fueron tomadas fueron para asfixiar el aparato productivo, y en lo social porque la violación de las garantías y derechos que debían asegurar la calidad de vida de los ciudadanos han impactado en el indicador esperanza de vida», precisa.
Según el más reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Venezuela es el segundo país con mayores números de habitantes que padecen de hambre después de Haití, un indicador que es respaldado por el resultado de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Envovi), el cual precisa que la pobreza llegó a 95,5% en el año 2021.
Bustamante señala que a estas cifras hay que sumarle los más de 1.000 venezolanos que salen a diario del país por las fronteras con Colombia y Brasil sin intención de regresar, huyendo de la crisis.
Y es que el poco poder adquisitivo que tienen los ciudadanos para poder tener acceso a productos de la canasta básica los obliga a buscar diversas estrategias para sobrevivir.
«La crisis económica que atraviesa el país ha llevado al venezolano a aplicar diversas estrategias para intentar mantener sus estómagos llenos. Hay grupos familiares que han aplicado como estrategia el comer sólo dos veces al día o una sola vez. También se han apoyado con los comedores, casas de alimentación y bolsas CLAP, pero estas se han vuelto casi inexistentes», lamenta el sociólogo, Nelson Freites.
Economistas señalan que a diario los salarios pierden su valor debido a la inflación que no está siendo paralizada. Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la tasa de inflación mensual del mes de junio se aceleró nuevamente al situarse en 14,5%, cifra récord para el año 2022, puesto que en mayo la misma habría llegado apenas a 10,1%; es decir, que se registró un aumento de cuatro puntos.
«Los salarios reales están perdiendo su valor y los ciudadanos están pagando más por la misma mercancía, esto se debe a la inflación, la cual debe ser paralizada y a su vez incrementar la producción de bienes y servicios. No hay suficiente importación, las empresas están trabajando apenas a un 20% de su capacidad», explicó el economista, Édgar Urbáez.
Una perspectiva similar que también es compartida por el economista, Luis Oliveros, quien destacó que tanto salarios en dólares como en bolívares están perdiendo poder de compra porque no se ha logrado controlar la inflación en Venezuela. «La sobrevaluación de la moneda, la inflación en precios de alimentos y el mismo escenario de distorsiones de la economía llevan a la desvalorización de los sueldos», dijo.
Con información de La Prensa de Lara