El secretario de Salud estadounidense Alex Azar dijo durante una reunión en Lima que la crisis social y económica en Venezuela afecta “la salud, seguridad y prosperidad” regional.
“La consiguiente ola de migrantes y refugiados está afectando a todos los países que acogen a venezolanos y no sólo a los vecinos inmediatos de Venezuela”, indicó Azar al inicio del segundo día de una reunión de funcionarios miembros de la Organización de Estados Americanos -apoyada por Estados Unidos- donde se analizan los impactos del desplazamiento forzado de venezolanos.
Azar comentó que muchos migrantes están saliendo hacia otros países con diversas dolencias “ya sea enfermedades infecciosas que no pueden ser manejadas en Venezuela o enfermedades crónicas no contagiosas como la diabetes, el cáncer y la hipertensión, que han empeorado debido a la mala alimentación y la falta de acceso confiable a los medicamentos”.
Agregó que “la amenaza de las enfermedades infecciosas es particularmente alarmante. Estamos viendo miles de casos de enfermedades prevenibles con vacunas que antes eran poco frecuentes o se habían eliminado por completo, como el sarampión y la difteria, que llegan a las zonas fronterizas y se propagan a través de las comunidades locales”. En 2018 Venezuela registró 5.475 casos de sarampión y 1.198 casos de difteria, según la Organización Panamericana de la Salud.
El secretario de Salud recordó que a inicios de abril el vicepresidente estadounidense Mike Pence anunció en Naciones Unidas cerca de 61 millones de dólares en financiamiento del gobierno de Estados Unidos para ayuda humanitaria.
En febrero Naciones Unidas estimó que 3,4 millones de venezolanos abandonaron el país, pero el organismo ha pronosticado que la cifra de desplazados venezolanos podría alcanzar los 5,4 millones a fines de 2019 en Latinoamérica y el Caribe.
Con información de VOA