El tiempo de cuarentena, ha generado que el hogar, no sea un escenario agradable para los jóvenes, debido a la convivencia con sus padres donde se discuten diversos temas como, limpieza, orden, y estudios.
Y es en casa, donde reina la incertidumbre para ellos, quienes al no acudir a colegios y liceos, sienten que no hay expectativas para un proyecto de vida, ya que los índices inflacionarios, no permiten que un profesional de clase media, pueda vivir con los salarios ofrecidos en el país.
Es esta la opinión del psicólogo, Alfonso Amaya, quien indicó que la pandemia por el COVID-19, incentivó la desmotivación para estudiar bien sea presencial o vía on line en los próximos bachilleres.
«Muchos padres están conscientes que las clases inician en septiembre, y cuando un Estado no brinda una elección vocacional acorde a la dignidad humana, se viola el derecho humano» expresó.
La pandemia, bajo los ánimos en quienes aspiran acudir las universidades, quienes hoy día, brindan solo clases on line, o se encuentran suspendidas, al no existir condiciones sanitarias para volver a las aulas.
Dijo que los jóvenes ven incierto su futuro, al desconocer los procesos que van a llevar a cabo los recintos universitarios luego de la cuarentena.
Refirió que la causa de las consultas que registran, se deben a la frustración que sienten los adolescentes al ver limitado su interacción social contra otras personas, «ya que ellos viven un periodo donde se crea la identidad social y personal, y evitar esta experiencia es algo negativo».
El representante Michelle Merchán, señaló que los venezolanos no estaban preparados ni «mentalmente ni tecnológicamente» para el aislamiento por el coronavirus, ya que «esto ha sido más de un ensayo y error que cualquier cosa», pues la situación trajo como consecuencia el desinterés en continuar sus estudios.
«Pierden sus ánimos porque cierran las opciones que tenían para ingresar a la universidad, pues en mi caso, mi hija presentó la prueba psicológica para medicina en Mérida, y a la fecha no sabemos los resultados de las pruebas».
Los jóvenes se ven afectados, ante la disminución de la calidad del sistema educativo que se brinda en el país, sin embargo, Merchan señala que dentro de su núcleo familiar, han intentado estimular a la joven.
«Le decimos que esto fue una circunstancia que no se planificó, que nadie tiene culpa y que nos tocó vivir a nosotros, este año, y por ello, le inyectamos ética, respeto y motivación para hacer muchas cosas a lo largo de su vida» acotó.
Nivelación
La representante Lorena León, indicó que por las fallas de servicios públicos y la modalidad de estudio vía on line, evalúa que su hijo realice cursos de nivelación, pues a su juicio, no es un proceso apto.
«Soy representante de un joven de quinto año, quien se ve atropellado, al ver que su sueño de poder culminar, que ha costado tanto, no se ha visto exitosa» indicó.
Ha sido un reto, para escuelas, liceos, y universidades laborar en medio de la pandemia, ya que el trabajo se ha logrado, pero los resultados no han sido óptimos como deberían ser.
Como padres y representantes, debemos reforzar los conocimientos de los jóvenes y además, prepararlos para el mundo exterior, pues «en una universidad ya no está papá y mamá, allá, ellos ya son adultos y deben comportarse como tal».
La Prensa de Tachira